Las investigaciones periciales que realiza la Procuraduría General de la República (PGR) sobre el asesinato e inhumación de 193 personas, cuyos cadáveres fueron localizados en fosas clandestinas en San Fernando, Tamaulipas, en marzo pasado, han determinado que todos ellos son de origen mexicano, por lo que las autoridades esperarán, al menos hasta julio de 2012, para determinar si los restos que no sean identificados se envían a fosas comunes, revelaron funcionarios federales.

Estos restos son un caso diferente a los acontecimientos registrados en agosto de 2010, cuando 72 migrantes, la mayoría procedentes de Centro y Sudamérica, también fueron asesinados por Los Zetas e inhumados clandestinamente. De este último caso aún quedan 14 restos sin identificar.

Información proveniente de mandos del Ministerio Público Federal refiere que los 193 ejecutados viajaron a Tamaulipas desde entidades como Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Zacatecas, estado de México, Puebla, Tlaxcala y San Luis Potosí, por lo que la Dirección General de Servicios Periciales de la PGR ha solicitado a todas las procuradurías del país que tomen muestras a familiares que han denunciado probables desapariciones, para cotejar las identidades genéticas con las muestras obtenidas de los 94 restos que aún se encuentran depositados en el Servicio Médico Forense (Semefo) del Distrito Federal.

Los restos de 120 de los 193 cuerpos que se localizaron en las fosas clandestinas fueron trasladados en abril de este año a la ciudad de México para que Servicios Periciales de la PGR realizara los peritajes necesarios y de ese modo determinar la identidad genética o física de las víctimas de presuntos integrantes del cártel de Los Zetas.

Hasta los primeros días de este mes, la PGR había informado que han sido plenamente identificados mediante análisis genéticos un total 26 restos, por lo que ante la falta de muestras con las cuales cotejar las recogidas de las víctimas, se ha solicitado a todas las procuradurías que envíen a las autoridades federales estudios de los familiares directos que reporten una probable desaparición, ya que hasta el momento las investigaciones ministeriales han determinado que las personas ejecutadas fueron obligadas a bajar de al menos 15 camiones de pasajeros que tenían como destino la ciudad fronteriza de Reynosa.

La permanencia de los 94 cuerpos en el Semefo capitalino podría prolongarse hasta un año después de julio de 2012, si la PGR considera que existen probabilidades de obtener mayor número de muestras de familias mexicanas que en estos momentos aún creen que sus parientes lograron cruzar la frontera hacia Estados Unidos y no se han reportado, sin tomar en cuenta que pudieron haber sido víctimas de grupos criminales.

A los restos localizados este año en San Fernando se suman los 14 cadáveres de 72 migrantes asesinados en agosto de 2010 en el mismo municipio, también por presuntos zetas.