Al menos 30 personas murieron por consumir los productos Capslim, que hasta junio de 2008 se ofrecían en medios de comunicación masivos como alternativa para bajar de peso, aseguró David Montalvo Castro, presidente del Colegio Mexicano de Bariatría.

Dijo que a petición de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), los especialistas en procedimientos clínicos de reducción de peso estudiaron los expedientes de personas que fallecieron y antes habían consumido tabletas y cápsulas de esa marca.

El objetivo era que los expertos determinaran si esta podía haber sido la causa de los decesos. La conclusión fue afirmativa, indicó Montalvo Castro, principalmente entre personas sensibles o que ya sufrían alguna enfermedad que las colocó en una situación de mayor riesgo.

Al participar en el simposio La obesidad en el siglo XXI, organizado por el Hospital Juárez del Centro, el especialista detalló que los productos Capslim tienen la planta thevetia peruviana, conocida como Codo o Hueso de fraile, la cual contiene una elevada toxicidad y afecta directamente las funciones del corazón, la circulación, el aparato digestivo y los riñones.

También puede provocar daño renal, infartos al miocardio y la muerte, si se consume en exceso. Esta fue la razón que llevó a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) a ordenar el retiro del mercado de Capslim y el decomiso de los productos en junio de 2008.

En aquel momento el organismo dependiente de la Secretaría de Salud (Ssa) habló sobre los daños al organismo, pero no dio detalles sobre deceso alguno.

Ayer, Montalvo confirmó esa versión, y aseguró que personalmente tuvo en sus manos dos de los expedientes y posteriormente, en sesión con el Colegio Mexicano de Bariatría, se presentaron el resto de las historias clínicas. Eran no menos de 30, afirmó.

El especialista señaló que en este caso se reunieron todas las evidencias sobre la toxicidad de las mercancías, mientras con otras marcas se ha documentado que alguno o varios de sus ingredientes también pueden ocasionar daños a la salud.

Por eso, ya debería terminarse con la venta de productos milagro, y difundir información sobre los métodos efectivos para que las personas reduzcan su peso.

Sobre todo, dijo, se debe entender que no existen soluciones mágicas para reducir tallas y ni las cirugías bariátricas lo son.

El sobrepeso y la obesidad son un problema de salud pública en México. El país ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil y el segundo en adultos, sólo después de Estados Unidos.

Montalvo también advirtió sobre la importancia de que la atención clínica del exceso de peso esté dirigido y supervisado por un especialista en bariatría, quien determinará el mejor procedimiento y el momento en que es recomendable recurrir a una cirugía.

La intervernción quirúrgica tampoco es recomendable para todas las personas con exceso de peso; deben reunir ciertas características, entre ellas, no haber tenido éxito con dietas y tratamientos farmacológicos durante más de 18 meses.

Es requisito indispensable la evaluación previa para garantizar que el paciente será capaz de mantener un régimen alimenticio adecuado, para evitar que vuelva a subir de peso, lo cual no ocurre en la mayoría de los casos, apuntó.