En respuesta a las declaraciones de Felipe Calderón, sobre que priístas consideran negociar con el narcotráfico, el PRI en la Cámara de Diputados definió que el Presidente utiliza su guerra contra la delincuencia para atacar a ese partido, en un militarismo electorero enmarcado en el uso rudo del poder.

Legisladores priístas y panistas intercambiaron ayer acusaciones sobre la política de los gobiernos federales de ambos partidos contra el tráfico de drogas. El tricolor acotó que ni el partido, sus gobernadores ni legisladores han solicitado que cese el combate al crimen, sino que se cambie la estrategia que ha ensangrentado al país y se respeten los derechos humanos.

El PAN argumentó que Calderón es el único presidente en la historia del país que ha tenido el valor de enfrentar a la delincuencia organizada, y que en esa lucha se han respetado las garantías y la libertad de expresión lo más que se ha podido.

Alfredo Rodríguez Dávila (PAN) reprochó a las otras bancadas que utilicen la tribuna para la misma cantaleta del fracaso del combate a la delincuencia, pero que cuando se les recuerda que también están obligados a contribuir en la seguridad hacen como que la Virgen les habla.

Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI) dijo: Todavía no he logrado que la Virgen me hable, pero todo el tiempo que puedo rezar lo hago por este pobre país que no era así. Hasta jornadas completas de oración se han hecho por todo el territorio nacional para pedir por México, porque no es inequívoca la afirmación de que estamos casi sujetos a la solución de la violencia con una intervención divina.

Afirmó que si Calderón tiene arrojo y valentía es porque está arropado en el Ejército y la Marina y los ciudadanos se enfrentan a ejércitos completos de delincuentes. Cuestionó que en la entrevista a The New York Times Calderón denostara al PRI, “en lugar de preguntar si sabe que la DEA está haciendo acuerdos con presuntos delincuentes mexicanos por el operativo Rápido y furioso, y cuántos mexicanos han caído en esta operación tan estúpida como ineficaz”.

Además, concluyó, Calderón cobra como presidente de la República y no como dirigente del PAN. Si Acción Nacional necesita un líder de su campaña, que lo busque en otra parte.

Georgina Trujillo (PRI) definió que las críticas de Calderón al tricolor constituyen una justificación que él siembra para disimular el rotundo fracaso de su gobierno. ¡Tal parece que el tamaño de la injuria es proporcional al tamaño del miedo!

Afirmó que si Calderón condena el pasado es porque no puede ofrecer un mejor futuro. El Presidente debe entender que su enemigo no es el PRI.