Guadalajara, Jal., 23 de octubre. Aunque no se llevó el bronce al enfrentarse a República Dominicana, la selección mexicana de balonmano femenil logró su mejor resultado de la historia, con el cuarto lugar en los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011.

El pánico escénico cobró factura a las locales, quienes en el duelo por el tercer lugar perdieron 31-33 en tiempos extras, a pesar de que tuvieron claras oportunidades para conseguir el primer metal para su deporte en una justa continental.

Me siento muy orgullosa, porque para mí era la primera vez, como para ellas, de estar en la antesala del podio, fue un partido muy bueno, expresó la entrenadora nacional, María de Lourdes Martínez, quien en Santo Domingo 2003 llevó a México al sexto lugar y en Río de Janeiro 2007 al quinto puesto.

En el tiempo reglamentario, México inició arriba en el marcado y llegó a estar 9-6, pero las dominicanas despertaron para igualar a nueve puntos y después ejercer el dominio de juego.

El equipo de República Dominicana –que fue una sorpresa en el balonmano femenil–, empezó a sumar sin que las mexicanas opusieran resistencia y se enfiló al bronce histórico para su país.

Las anfitrionas se vieron abajo 16-21. Sin embargo, no se dieron por vencidas y lograron llevar el juego a tiempos extras, luego de empatar a 21 y ponerse arriba por una unidad, gracias a las anotaciones de Beatriz Flores, su mejor jugadora a la ofensiva, con siete goles, y una afectividad de 47 por ciento.

A partir de ese momento, se cerró el duelo para que terminara el tiempo reglamentario con un empate a 28 puntos.

¡Sí se puede, sí se puede!, gritaba el público del parque San Rafael, que todo el torneo las arropó.

En los dos tiempos extras de cinco minutos cada uno, República Dominicana ratificó la superioridad sobre el equipo tricolor, que perdió balones clave y fue errático a la ofensiva. La mejor jugadora rival, Andino, sacó la casta e hizo las unidades de la victoria, que se firmó con un 31-33.

Pensaba que las podíamos alcanzar; les faltó temperamento, un poco de frialdad, en preparación física les llevábamos ventaja; un arma fuerte que tenía México era la velocidad, pero el pánico escénico se dibujó por ratos; en los últimos segundos, fallamos, lamentó la entrenadora mexicana.