Querétaro, Qro., 24 de octubre. Abrir el mercado de la televisión a nuevos participantes no es la panacea para arreglar el país, aseguró Ricardo Salinas Pliego, propietario de Televisión Azteca. El empresario respondió así al planteamiento hecho por Eduardo Pérez Motta, presidente de la Comisión Federal de Competencia (CFC), sobre la necesidad de permitir la inversión extranjera en el servicio de telefonía fija y televisión abierta.

En una de las mesas de discusión del foro México cumbre de negocios, en que ambos participaron, Salinas Pliego respondió a la propuesta del presidente del organismo antimonopolio: Me parece perfecto; si crees que así (con la apertura de la televisión) se va a arreglar el país, yo le ayudo al 11 y al 22 (los canales) para que vayan. Pero no es cierto, no es por ahí. El problema es de exceso de regulación.

La propuesta del presidente de la CFC también fue rechazada por Enrique Peña Nieto, aspirante a la candidatura presidencial del PRI, quien compartió la mesa de debate con Salinas Pliego y Pérez Motta.

El próximo gobierno debe estimular y detonar la competencia porque eso sirve al crecimiento del país, planteó Peña Nieto en conferencia de prensa posterior a su intervención en la mesa de discusión del foro.

Sin embargo, en el tema específico de la inversión extranjera en el mercado de la televisión abierta en el país, consideró que debe mantenerse la restricción, dado que los empresarios nacionales tienen impedido participar en otros mercados del exterior.

Respecto a la participación de inversiones extranjeras en esta materia, me parece que ahí sí deben marcarse ciertas restricciones, que en esencia están orientadas por la misma correspondencia que eventualmente debe haber con esos países.

En la mesa de discusión, Pérez Motta consideró que falta revisar toda la estructura regulatoria en las áreas de comunicaciones, transporte y energía. Pero no sólo desregular, sino rediseñar la regulación para que sea promotora de la competencia y la eficiencia, incluso para que donde hay pocos participantes operen como si estuvieran en una competencia intensa.

Se refirió en específico a que en el área de telecomunicaciones se abra a la inversión extranjera la telefonía fija, donde llevamos años discutiendo esto y no se consigue, y también permitir la apertura a la inversión extranjera en televisión abierta.

No me van a platicar de competencia, inició Salinas Pliego su turno en la palabra. De competencia yo sé; yo no digo, yo hago, dijo el empresario, y ofreció como argumento el crecimiento de sus tiendas Elektra, que eran 54 en 1981 y ahora suman más de 2 mil, además de contar con un banco que maneja 11 millones de cuentas y una empresa de microcrédito con 12 millones de usuarios.

Pérez Motta había comentado que el capitalismo mexicano no era lo vibrante y eficaz que debiera. Es un sistema de mercado que ha dejado mucho que desear, un crecimiento mediocre en 15 años, escasa innovación, productividad estancada y mala distribución del ingreso.

Para Salinas Pliego en México no ha habido capitalismo. Aseguró que el país fue fundado por generales que se repartieron (el país) en familias y los empresarios no tenían cabida.

Siguió: Hasta que llegó (el presidente, Carlos) Salinas, el Estado estaba de tal tamaño obeso que tuvo que venderlo todo porque no lo podía manejar. El Estado es mal empresario. Tuvieron que venderlo todo; entre eso fue la televisión y yo la compré, no me la regalaron, no me dieron concesión, la compré y tuve que empeñar todo Elektra en garantía de los créditos.

En la operación de compra de la televisora que preside, dijo Salinas Pliego, no hubo prebenda del Estado. Empezamos a competir contra el entonces monopolio y nos ha ido bien. Ahora pretendemos competir en telecomunicaciones. Ese mercado sí cuenta, es de 30 mil millones de dólares, y el de televisión, de 3 mil millones. La televisión es gratis, la telefonía no.