Estambul, 24 de octubre. Equipos de rescate buscaban este lunes sobrevivientes debajo de los escombros tras el terremoto de 7.2 grados en la escala de Richter que golpeó la localidad de Van, en el sur de Turquía, y que dejó al menos 279 muertos y mil 300 heridos, de acuerdo con las últimas cifras dadas a conocer por el ministro turco del Interior, Idris Naim Sahin.

La agencia de desastres de la Organización de Naciones Unidas dijo que casi mil edificios se derrumbaron y un vocero de la Media Luna Roja indicó que la agencia se prepara para dar refugio a unas 40 mil personas.

Los peores daños sucedieron en Ercis, confirmó el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, en Van, capital de la provincia del mismo nombre, y prometió mayor ayuda del ejército: No dejaremos a ningún ciudadano en el frío, aseguró.

Sahin consideró que aún hay personas atrapadas en unos 40 edificios en la ciudad de Ercis, de 100 mil habitantes.

El gobierno informó que ha enviado más de mil 200 efectivos de rescate a la región donde se han reportado más de 200 réplicas.

En Ercis se han instalado dos hospitales provisionales, y se enviaron médicos y personal sanitario de todo el país.

Durante la noche, los equipos de rescate dijeron que escucharon llamadas de auxilio en varios edificios y este lunes las fuerzas de rescate emplearon maquinaria pesada para intentar liberarlos. Se estima que hay cientos de muertos en ciudades remotas con casas de adobe.

Los sobrevivientes pedían ayuda debajo de pilas de cemento y metal, algunos usaban teléfonos celulares para avisar a sus amigos que estaban vivos.

Miles de personas se quedaron sin hogar y tuvieron que pasar una segunda noche a la intemperie en la región de Van, de 360 mil habitantes.

Algunas familias se agruparon alrededor de fogatas y otros grupos durmieron en carpas instaladas en un estadio de futbol, donde recibieron suministros de agencias humanitarias.