Londres, 11 de noviembre. Quieren hacerse de veras impopulares en la más reciente exhibición espectacular de la National Gallery de Londres sigan el consejo del curador y quédense 10 minutos frente a cada obra maestra de Leonardo da Vinci mientras la furia de las galerías alcanza nuevas alturas a sus espaldas.

Los amantes del arte afilan las codos y contienen la respiración antes de entrar a la exhibición más completa jamás montada de los raros cuadros sobrevivientes de Da Vinci, inaugurada este miércoles. Los boletos están vendidos hasta mediados de diciembre. Cada día se pondrán a la venta otros 500, pero no es probable que sea suficiente para la muestra artística más espectacular del año, que presenta siete pinturas del maestro renacentista nunca vistas en Gran Bretaña.

Las exhibiciones que se vuelven noticia de primera plana llenan las arcas de las galerías, elevan su prestigio internacional y pueden dar renombre a los curadores. Sin embargo, Colin Tweedy, influyente jefe ejecutivo de la organización filantrópica Artes y Empresas del Príncipe de Gales, no es el único personaje que ha declarado que esas muestras matan el arte porque las multitudes que rodean las obras impiden contemplarlas a placer.

Luego de que la sobrevendida exposición de Gauguin en la Tate Modern, el año pasado, se convirtió en una extenuante caminata de agitados espectadores que estiraban el cuello para echar una breve ojeada a las obras, la National Gallery ha dado pasos para reducir la aglomeración. Limitará los visitantes a 180 cada media hora, con una hora fija de entrada en los boletos. Su capacidad de admisión es de 230 personas, conforme a las reglas sanitarias y de seguridad.

Sin embargo, aun con el horario extendido los fines de semana, la cifra de visitantes harán difícil seguir el consejo de Luke Syson, curador de la exhibición. “Se necesita pasar tiempo con cada uno de estos cuadros –declaró al programa Today–, para absorberlos y dejar que penetren en el alma. Yo diría que hay que dar 10 minutos a cada pintura como mínimo.”

Limitar el ingreso hará de la exposición de Da Vinci una experiencia soportable, prometió Syson, aunque reconoció: “Estará saturada… no tiene caso fingir que no será así”.

Pese a la afirmación de Tweedy, las muestras espectaculares no parecen estar en vías de desaparecer. La Tate espera capitalizar los Juegos Olímpicos del próximo verano con importantes exposiciones de obras de Damien Hirst, Edvard Munch y Pablo Picasso.

Estas muestras son un mal necesario, sostiene Stephen Deuchar, director del Fondo de las Artes, que recauda dinero para museos y galerías. La National Gallery no sólo ha montado la exposición de Da Vinci para vender boletos. Se trata de una muestra de enorme importancia en términos artísticos e históricos, que se ha logrado integrar luego de años de discusiones con el Louvre y otras instituciones, y cuyo montaje es muy caro. Por desgracia, un efecto de esto es que atraerá multitudes.

Salvator Mundis, obra descubierta en julio de este año por Luke Syson, curador de la exposición, en Estados Unidos

No a todos los asistentes les molesta la muchedumbre. “A la gente le gusta la emoción de ser parte de un suceso –comenta el doctor Deuchar. Una magna exposición es una oportunidad única en la vida de ver todas esas obras. Es como asistir a la presentación de una gran orquesta para la que uno tuvo que formar fila durante largo tiempo.”

Más allá de limitar la entreda, la National Gallery ha dado pasos para ayudar a los visitantes a lograr el mínimo de 10 minutos de Syson. Algunas de las 15 pinturas han sido colgadas a mayor altura, para que se puedan ver por encima de las cabezas de otros visitantes.

También es posible hacer algunas acciones propias para reducir la congestión. Charles Saumarez Smith, jefe ejecutivo de la Academia Real, quien comisionó la muestra de Da Vinci cuando era director de la National Gallery, aconseja: Compre el catálogo hoy y léalo antes de ir, para que no trate de hacer todo el trabajo que la exhibición estimula. Debe pasar el tiempo realmente contemplando las obras. Las galerías deberían tener en cuenta, añade, que las guías de audio pueden resultar problemáticas, porque hacen que todos sigan la misma ruta.

La exhibición de Da Vinci estará abierta hasta febrero, pero Evan Davis, presentador de Today, preguntó por qué las galerías no pueden abrir de noche. Por lo regular estas magnas exposiciones cierran al público antes del desayuno y al anochecer, para visitas privadas reservadas a invitados de empresas.

Leonardo da Vinci, pintor de la corte de Milán, incluye prácticamente todas las pinturas que se conocen de Leonardo de cuando fue artista de la corte del gobernante de esa ciudad, Ludovico Sforza, entre 1482 y 1499. Las obras proceden de Polonia, Rusia, Estados Unidos y Francia, y entre ellas están La virgen de las rocas y la Madonna Litta. Sin embargo, quienes quieran ver la Monna Lisa todavía tendrán que desplegar codos aún más robustos para enfrentarse a las hordas en el Louvre de París.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya