Entre 1999 y 2011 se edificaron 364 conjuntos urbanos, que suman unas 700 mil casas
Sus habitantes carecen de servicios básicos; la gran mayoría terminaron siendo abandonadas
Domingo 13 de noviembre de 2011, p. 29
Cuautitlán Izcalli, Méx., 12 de noviembre. Entre 1999 y 2011 autoridades del estado de México autorizaron la edificación de 364 conjuntos urbanos que suman casi 700 mil casas que avanzaron sobre ejidos, milpas y hasta cerros, pero pocas veces garantizaron a sus habitantes los servicios más elementales: agua y drenaje, por ejemplo. Aún más, muchos tienen vicios de construcción debido a que las empresas no cumplieron los proyectos ofrecidos.
Casas Geo, Beta, URBI, Alteq Construcciones, Inmobiliaria Came y Ara, entre otras constructoras, fueron beneficiadas de estos proyectos.
Fue política de los gobiernos de Arturo Montiel Rojas (1999-2005) y Enrique Peña Nieto (2005-2011), quienes autorizaron los proyectos habitacionales más grandes en la historia de la entidad.
Estadísticas de la Secretaría de Desarrollo Urbano del gobierno del estado de México establecen que en su primer año de gobierno, Montiel Rojas autorizó 370 casas en Los Agaves, municipio de Tultitlán, y 2 mil 507 en Hacienda de San José, en Nicolás Romero. El año récord fue 2004, cuando esa administración permitió 45 conjuntos urbanos para 99 mil 111 habitantes.
Pero según los adquirientes, las casas no están bien hechas y los proyectos no se han cumplido. En Nicolás Romero y Cuautitlán Izcalli, las empresas Cooperativa de Vivienda y Consumo Nuestro Hogar, de plano abandonaron la construcción de los fraccionamientos Santo Tomás y La Era. Algunas familias se han aventurado a ocupar las casas.
Santo Tomás parece una ciudad abandonada: nunca se construyeron el jardín de niños, la escuela primaria, los espacios deportivos y para comercios, la unidad médica, el parque y los juegos infantiles que habían prometido.
La Era tiene 400 casas y departamentos abandonados. El desarrollo fue pensado para trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social. Al menos 40 familias de enfermeras residen en este lugar, donde ante la falta de servicios se las han ingeniado para tener agua y electricidad, entre otros.
Las unidades han sido saqueadas. Los delincuentes se han llevado cables del alumbrado, sanitarios, herrería, tuberías y todo lo que han podido.
Ciudades del bicentenario
El gobierno de Peña Nieto fue más ambicioso y proyectó la construcción de seis ciudades bicentenario en los municipios semirrurales de Almoloya de Juárez, Atlacomulco, Jilotepec, Huehuetoca, Zumpango y Tecámac.
Se prometió que serían ciudades modelo, cuyos habitantes no tendrían que salir de ellas porque allí habría empleo, escuelas, mercados y amplias vías de comunicación y medios de transporte, además de servicios básicos.
El proyecto comprometió el futuro inmobiliario del estado, pues avaló el empleo de 28 mil 500 hectáreas, que en los próximos nueve años alojarán medio millón de casas de interés social.
El proyecto en Huehuetoca ofrecía casas para 132 mil nuevos habitantes en 2010, y prometía viviendas para cerca de medio millón en 2020.
Pero con las primeras obras, Huehuetoca conoció la pobreza urbana. Algunas familias no tienen ni para comer, el transporte público es caro, no hay empleo y falta agua y electricidad para todos.
Autoridades municipales informaron además que la construcción presionó el crecimiento natural del municipio, pues en 2007 había 62 mil habitantes y para 2011 suman ya más de 200 mil.
Las del bicentenario también se han convertido en ciudades dormitorio, como en Zumpango. Solo los fines de semana llego a mi casa porque pagar pasaje al Distrito Federal sale en más de 50 pesos al día
, dijo Bertha Alicia Gómez, madre soltera quien labora en la delegación Gustavo A. Madero.
José Luis Luege Tamargo, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), responsabilizó al gobierno del estado y a las alcaldías de la zona conurbada al Distrito Federal del crecimiento urbano que se da en zonas de riego, agrícolas, que no tienen servicios. No hay agua suficiente en estos desarrollos y el gobierno los tiene que frenar
, dijo.
En Nicolás Romero la alcaldía acordó no autorizar más desarrollos porque existe falta de responsabilidad por parte de las constructoras, que no cumplen con los equipamientos
. Aquí, los nuevos pobladores ya saturaron escuelas y vialidades, además necesitan servicios básicos, declaró Israel Sarabia García, secretario del ayuntamiento.
Créditos inmobiliarios de bancos, Infonavit, Fovissste, entre otros, apoyan el mercado inmobiliario en el estado de México. Pero no existe autoridad que responda por casas mal construidas, fracturadas, de materiales de mala calidad y sin servicios básicos.