Ante la posibilidad de ser despedidos con deshonra, elementos de la Agencia Federal de Investigación que supuestamente se encuentran en las listas de personal que perderá su empleo por no haber acreditado los exámenes de confianza, han preferido presentar su renuncia y tratar de encontrar lugar en alguna corporación estatal, informaron agentes de la también llamada Policía Federal Ministerial.

La corporación, que depende de la Procuraduría General de la República (PGR), disminuirá su plantilla una quinta parte, al pasar de un promedio de 3 mil a 2 mil 400 agentes, situación que impactaría a 30 por ciento de su actual estado de fuerza, de concretarse los planes de despedir a mil elementos por no acreditar, supuestamente, las pruebas de confianza.

El martes pasado, durante un foro sobre justicia penal, el titular de la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada, Cuitláhuac Salinas Martínez, afirmó que la llamada Agencia Federal de Investigación necesita sangre nueva y reconoció que vive un proceso de transformación, por lo que cual se están programando convocatorias para la regeneración del personal, para volver a nutrir a lo que entonces era la AFI de elementos nuevos, de sangre nueva, que le dé ese brío que necesita.

Los resultados de los exámenes de confianza, que consisten en pruebas poligráficas, sicología, condición física (médico), de entorno social (patrimonial) y toxicológico (antidoping), se están notificando a los involucrados de manera lenta, por lo cual muchos de ellos no pueden anticipar su situación laboral, ya que los despidos también se realizan de manera selectiva, indicaron agentes que ya cumplieron con el requisito y no conocen si resultaron acreditados.

De acuerdo con los testimonios recopilados por este diario, algunos mandos de la Policía Federal Ministerial, están recomendando que renunciemos a quienes según ellos ya reprobamos, porque de esa manera nuestros registros no dirán que no fuimos acreditados y por lo tanto se puede obtener trabajo en otra corporación.