Buenos Aires, 14 de noviembre. Diversos sectores sindicales y políticos coincidieron hoy en advertir que un paro dispuesto por los controladores aéreos, uno de los seis sindicatos del gremio aeronáutico y que afectó los vuelos internacionales de la estatizada Aerolíneas Argentinas, tiene connotación política, mientras la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo consideró como extorsivo·.

Los controladores Aéreos de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (Apta) dirigidos por Ricardo Cirelli, no habían expuesto demanda alguna antes de comenzar este domingo súbitamente un paro, que produjo pérdidas millonarias, aunque esta noche se comenzaban a normalizar las operaciones de Aerolíneas Argentinas.

Ante esta situación el Ministerio de Trabajo citó a una conciliación obligatoria, que no fue cumplida por Apta, mientras que en otra medida se determinó pasar a la fuerza aéra las funciones de control operativo de la navegación aérea y de coordinación y supervisión del control aéreo que estaban a cargo de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).

La sospecha es que existen muchos interesados en que Aerolíneas Argentinas fracase y también intereses externos..

Existe una fuerte connotación política en esta medida de fuerza llevada adelante por un pequeño grupo de controladores aéreos que responden a Apta, dijo el diputado nacional Ariel Basteiro. ex dirigente de los aeronáuticos

Recordó también que Cirelli es un hombre muy ligado a la Confederación General de Trabajo (CGT) disidente de la central oficialista y que dirige Luis Barrionuevo, un dirigente sindical de la derecha peronista aliado al ex presidente Eduardo Duhalde.

Esto ya dice mucho, ya que se puede justificar un paro si existe alguna cuestión salarial concreta, o si no se cumple el convenio colectivo o si están en peligro las fuentes de trabajo. No existe nada de esto aseguró.. Por eso se le ha llamado paro encubierto.

También señaló que en la compañía aérea estatal privatizada hubo desinversión durante 15 años y en estos últimos dos años ha habido inversiones y ha empezado a verse un cambio muy paradigmático de lo que era nuestra empresa que fue vaciada constantemente primero por Iberia, luego por el Estado español, después por Marsans.

Por su parte, el Ministerio de Trabajo pidió a la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, la suspensión de la personería gremial del sindicato Apta por la medida que afectó el funcionamiento de Aaerolíneas Argentinas y por incumplimiento a la ley de conciliación obligatoria.

La medida de fuerza fue criticada por el presidente de Aerolíneas, Mariano Recalde, y el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, quien advirtió que el gobierno nacional no va a tolerar acciones como las de Apta, ya que un país no puede estar supeditado al humor de un dirigente sindical, asegurando que no hay ninguna situación de conflicto laboral ni ninguna buena razón que se pueda esgrimir para detener el funcionamiento de la compañía.

El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, estimó en este caso se está buscando otra cosa, se pretende manejar la compañía desde afuera. Aerolíneas Argentinas es una empresa de los argentinos y, por lo tanto, la maneja el Estado argentino y no la va a manejar nadie más

En tanto el decreto que entrega a Aeronáutica el control aéreo asegura que en todos los casos se garantizará la continuidad y derechos de los trabajadores.

Desde Venezuela, la embajadora argentina en ese país, Alicia Castro, ex dirigente del sindicato de Aeronavegantes y una fuerte luchadora contra la privatización de Aerolíneas sostuvo que da la sensación de que Cirielli trabaja para destruir Aerolíneas Argentinas y para que la compañía aérea pase a manos de algún privado.

Advirtió asimismo que una medida de fuerza es una medida legítima de los trabajadores pero hay que usarla con muchísima responsabilidad, cuando se han agotado todas las negociaciones, y no es el caso de lo que sucede actualmente en Aerolíneas Argentinas y Austral, además de señalar que Cirelli promovió muchos paros encubiertos y “no hay que confundir los derechos de los trabajadores con ciertos privilegios.