La integrante de la caravana en busca de migrantes desaparecidos visitó en la cárcel a su familiar
Martes 15 de noviembre de 2011, p. 21
Tapachula, Chis., 14 de noviembre. La hondureña Olivia Odalma Orellana regresó hoy a su país con el corazón alegre
y sin la angustia
que durante siete años no la dejó ni dormir
por no saber de su hijo, Osman Lizandro Mejía Orellana, a quien encontró ayer recluido en el Centro Estatal de Reinserción Social de Sentenciados (Cerss) número 6, con sede en el municipio de Motozintla, ubicado en la sierra de Chiapas.
La mujer partió sin la gran fotografía de su hijo que, con la leyenda de se busca
y su nombre, llevó colgada en el pecho desde el pasado 30 de octubre, fecha en que, junto con otras 32 madres integrantes de la caravana denominada Sigo tus huellas con la esperanza de encontrarte, ingresó a México para buscar a sus familiares migrantes desaparecidos.
“Ya no voy a traer cargando esa foto, se la dejé a él; me dijo: ‘mami, quítesela ya y déjemela’”, contó Orellana en entrevista después de visitar a su hijo, quien le aseguró que no se había podido comunicar con ella porque no entra la llamada
, presuntamente porque en su país se agregaron más dígitos para la marcación telefónica.
Elvira perdió contacto con Osman cuando fue cambiado del penal de Tapachula al de Copainalá, y recientemente al de Motozintla, construido hace apenas un año.
Orellana manifestó que a pesar de haber encontrado a su hijo seguirá viniendo a México con la futuras caravanas para apoyar a las madres que buscan a sus hijos. Tiene uno que apoyarlas para que sientan esta alegría y emoción que yo he sentido con este milagro
, dijo.
Ahora ya voy a estar más tranquila, con mi cabeza fresca porque ya no siento esa angustia que sentía, me siento diferente; lo soñaba, lo miraba y sentía sus pasos y su voz
, continuó.
Esta mañana, al partir junto con un joven que la acompañará hasta San Pedro Sula, Honduras, donde reside, todavía no había podido comunicarles a sus otros seis hijos que Osman está vivo, aunque preso, acusado de tentativa de homicidio.
Las demás integrantes de la mencionada caravana partieron el domingo por la tarde hacia Guatemala, luego de realizar un acto en el parque central de esta ciudad.
Orellana se quedó a dormir en Tapachula debido a que el domingo al mediodía viajó junto con el sacerdote Heyman Vázquez Medina, director de la Casa el Migrante Hogar de la Misericordia, con sede en la ciudad de Arriaga, en la costa de Chiapas, al penal de Motozintla –situado a más de dos horas de camino de esta ciudad–, donde se rencontró con su hijo después de siete años.
Esto ha sido gracias a Dios y a Marta (Sánchez, dirigente del Movimiento Migrante Mesoamericano), que nos ha dado todo su apoyo para que podamos encontrar a nuestros hijos desaparecidos en México
, afirmó.