Madrid, 16 de noviembre. Los primeros en votar en las elecciones generales del próximo domingo en España fueron los ciudadanos españoles residentes en el exterior, que suman más de un millón y medio de personas, de los cuales se prevé que alrededor de 90 por ciento se abstendrá. La nueva legislación electoral, el retraso en la entrega de la documentación y la confusión creada en la administración española han provocado numerosas quejas de colectivos españoles en el exterior. En los comicios se elegirá al nuevo presidente del gobierno, que sustituirá al socialista, José Luis Rodríguez Zapatero.

Ni la situación dramática de España -con unos índices de desempleo históricos que afectan a cinco millones de habitantes- ni las intensas campañas de los partidos políticos pidiendo la movilización ciudadana han despertado el interés de los españoles residentes en el exterior. Según las previsiones oficiales del millón y medio de españoles en el extranjero sólo votarán 135 mil.

Las razones de esta histórica abstención se debe, según algunos partidos políticos, al retraso en el envío de la documentación necesaria para hacer el trámite, pero sobre todo el cambio en la ley electoral, que ahora obliga a los ciudadanos españoles a informar al consulado personalmente su voluntad de votar. Esta reforma obliga a los españoles que residen fuera del país y figuran en el Censo de los Electores Residentes-Ausentes (CERA) tienen el voto rogado, es decir, deben solicitar su derecho a voto previamente para que su delegación provincial en España les envíen por correo postal las papeletas de los partidos políticos que se presentan a las elecciones, para después acudir en horario de consulado a depositar su voto; todo esto en unos plazos muy cortos.

Hasta la fecha sólo han informado de su intención de votar 136 mil 400, es decir, menos del 10 por ciento, lo supone la peor participación en la historia. Los países donde más solicitudes de voto ha habido son Argentina, con 24 mil 328 peticiones; Francia, con 23mil 006; Cuba, donde lo han solicitado 12 mil 458 españoles; Alemania, con 8mil 658; y, por último, Suiza, donde votan a estas horas 8 mil 392 españoles. De México no hay datos todavía.

El opositor y conservador Partido Popular (PP) señaló a la responsable de Emigración, Victoria Cristóbal, del caos administrativo que al parecer se está viviendo en la mayoría de los consulados ante las peticiones de los ciudadanos de votar y la falta de información fiable y documentación, además de la rigidez de los plazos. Según el PP la gestión es un “desastre absoluto y un caos adminisrativo, ya que el gobierno en su tarea de facilitar el ejercicio del derecho a sufragio de los españoles residentes en el exterior, lo que está provocando es un recorte de derechos que empobrece la democracia. Las previsiones del PP son incluso más optimistas, ya que estiman que la participación electoral de los residentes en el extranjero podría estar cerca del 20 por ciento.

Por primera vez desde que inició la campaña, Rodríguez Zapatero participó en un mitin electoral de su sucesor al frente del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, quien se encuentra muy por debajo en las encuestas de intención de voto del candidato conservador, Mariano Rajoy. Según todos los sondeos, el PP logrará el próximo domingo mayoría absoluta, mientras que el PSOE obtendrá los peores resultados de su historia.

En parte eso explica la ausencia de Rodríguez Zapatero de la campaña electoral, pues su figura se relaciona con una herencia desastrosa de desempleo, crisis económica e incertidumbre. En su discurso, el mandatario español elogió la aportación de Pérez Rubalcaba a la lucha contra ETA cuando fue titular del ministerio del Interior y de la vicepresidencia primera del gobierno en la etapa posterior a la ruptura del proceso de paz del 2006. Incluso afirmó que nada de lo logrado hasta ahora en el conflicto del País Vasco, incluida el anuncio de cese definitivo de la lucha armada, hubiera sido posible sin Alfredo Pérez Rubalcaba.

En cuanto a la crisis, el mandatario español abundó que ahora, ya todo el mundo sabe que la crisis no es de España, sino global y Europea, que tenemos menos deuda pública que Francia o Alemania pero nos afecta.