Durango, Dgo., 18 de noviembre. El municipio de Santa Clara huele a muerto: cientos de reses fallecen a diario por falta de agua y alimento. También se puede observar ganado vivo, pero muy flaco, que puede morir.

En Santa Clara, el hato era de 19 mil reses hasta hace cuatro meses; ahora quedan menos de nueve mil. Muchos han terminado muertos en el campo, otro tanto fue vendido a precio muy bajo.

No hay nada que se pueda hacer: estoy atado de manos porque no hay dinero, dice Noé Guangorena Cruz, alcalde de Santa Clara.

Bajo el fuerte sol, se quita el sombrero, seca el sudor de su rostro con un pañuelo, se acomoda de nuevo la primera prenda y pierde su mirada en el horizonte de polvo. “Lo único que nos queda es tratar de darle ánimo a la gente, si se nos desanima, pos dónde vamos a acabar”.

Guangorena Cruz dice que la gente llega a pedirle ayuda para darle de comer a sus vacas o su familia. ¿Qué puedo hacer?, en la presidencia ya no tenemos dinero, comenta.

La gente ve trabajos de pavimentación en la cabecera municipal y le dice: para qué queremos pavimento ahorita, el dinero mejor que sirva para evitar la muerte de animales.

Ojalá los recursos federales del ramo 33 que llegan a las presidencias municipales no fueran etiquetados, o que su aplicación no fuera rigurosa, que en casos como el que se vive en todo el estado sirva para ayudar a la gente, comenta.

Los demás ediles del estado coinciden en ello, sobre todo porque no tienen ya dinero para ayudar a su gente.

Faustino Reyes, alcalde de El Mezquital, al sur del estado, dijo que ha solicitado a los gobiernos estatal y federal iniciar programas de empleo temporal en el campo para ayudar a la gente. No tenemos respuesta.

Adán Segovia Sáenz, de Santa María El Oro, sonríe cuando dice que nada se puede hacer para evitar la muerte del ganado. Como ediles, ¿qué hacemos?, no tenemos recursos para apoyo social; la gente está esperando que se pague el seguro catastrófico tanto en la agricultura o en la ganadería para tener algo de recursos. ¿Cobrarles impuestos a la gente? Y con qué pagan si batallan para comer.

Como alcaldes sólo les queda esperar que se inicie 2012 para que bajen los recursos destinados al campo, concluye.