La nuestra es una tarea casi imposible, pero lograremos realizarla
, asegura
Siempre buscará el mayor consenso para su programa de reforma, afirma el nuevo primer ministro
Le corresponderá tomar decisiones no fáciles
para los ciudadanos, alerta el también economista
Sábado 19 de noviembre de 2011, p. 20
Roma, 18 de noviembre. El nuevo primer ministro italiano, Mario Monti, ganó este viernes el voto de confianza de la Cámara de Diputados, con 556 votos y 61 en contra, para que lleve a cabo su plan de ahorro y saneamiento financiero, y tras la votación dijo que muchas fuerzas políticas respaldaron una actuación nacional conjunta
. No obstante, destacó que siempre buscará el mayor consenso posible para su programa de reforma.
Sólo la Liga del Norte, partido político populista de ultraderecha, votó contra el programa, después de anunciar su intención de permanecer en la oposición.
En un discurso previo a la votación de este viernes, Monti, de 68 años, reconoció que su Ejecutivo durará hasta 2013, ni un minuto más del tiempo sobre el que este Parlamento nos dará confianza
.
Además, pidió ser llamado profesor
y no presidente (del Consejo de Ministros)
, porque ese título no durará
, y reconoció que le tocará tomar decisiones no fáciles
para los ciudadanos.
También dijo que la acusación de encabezar un gobierno al servicio de los poderes fuertes
(la alta finanza y la industria) es una expresión fantasiosa y que considero ofensiva
, y recordó que como comisario europeo de Competencia inauguró el procedimiento contra Microsoft y bloqueó la fusión entre General Electric y Honeywell, lo que le valió que The Economist lo considerara el Sadam Hussein de los negocios
, anotó.
Estamos ligeramente molestos (por esas acusaciones), pero nos tocará dar prueba de que no tienen fundamento
, añadió.
Monti pidió a los parlamentarios darle una confianza no ciega, sino vigilante
y reconoció que la nuestra es una tarea casi imposible, pero lograremos realizarla
, y confirmó que el suyo es un gobierno de emergencia que sentará las bases para regresar a la senda del crecimiento económico y enfrentar la abultada deuda pública.
Monti anunció que la próxima semana viajará a Bruselas, donde se entrevistará con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y con la canciller alemana, Angela Merkel, con quienes discutirá la contribución de Italia para resolver los problemas del euro
.
Agregó que el martes próximo se reunirá en la capital belga con el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y que se trabaja para establecer un encuentro con el presidente comunitario, José Manuel Durao Barroso.
En el curso de la rueda de prensa, Monti aseguró que su gabinete, formado sólo por tecnócratas, asume su deber con humildad
y deberá servir a un desarme temporal
del tenso clima político en Italia, marcado por la dura oposición al gobierno de su predecesor, Silvio Berlusconi, señalado por escándalos sexuales y judiciales.
El nuevo gobierno italiano de Monti cuenta con seis ministras que tienen una extensa trayectoria en puestos claves como Interior y Justicia, y Trabajo y Equidad.
Monti no dijo si el Banco Central Europeo (BCE) debería convertirse en prestamista de última instancia para los países de la eurozona, pero en respuesta a otra pregunta dijo que no veía la necesidad de cambiar el actual orden del rol del banco, exigido por algunos países para intervenir con más eficacia ante la crisis de la deuda.
El ex comisario europeo subrayó que las decisiones del BCE son tomadas en base a una arquitectura institucional, que personalmente no veo razones para modificar
.
Con el fin de disminuir una colosal deuda pública de 1.9 billones de euros (equivalentes a 120 por ciento del producto interno bruto), que podría llevar a la bancarrota al país, el economista propuso el jueves en su declaración de gobierno fuerte disciplina presupuestaria, crecimiento económico y más justicia social como pilares decisivos de su trabajo para el futuro de Italia.
Además anunció una nueva reforma fiscal y de las pensiones, y medidas contra la evasión fiscal. También se necesitan urgentes y prontas reformas que dejarán víctimas
y exigirán sacrificios. Otra medida prevista es la introducción de un impuesto inmobiliario, dijo.
La votación de hoy fue el último trámite legislativo para el nuevo gobierno, cuyo nacimiento fue el más rápido de la historia republicana italiana, motivado por la presión de los mercados financieros, pues tras Grecia Italia tiene el mayor endeudamiento de la eurozona.