Llega a Atenas misión de UE, FMI y el Banco Central Europeo a supervisar tareas
El ministro de Finanzas pide a trabajadores abstenerse de participar en protestas
Sábado 19 de noviembre de 2011, p. 21
Atenas, 18 de noviembre. El gobierno de Grecia presentó hoy al Parlamento el presupuesto para 2012 con una propuesta para reducir el sobregiro en el gasto público, basado en una estrategia de ahorro, aumento de la recaudación tributaria, privatizaciones y eliminación de miles de plazas de trabajo en la administración pública.
El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, acudió hoy en nombre del nuevo Poder Ejecutivo a presentar los argumentos sobre el segundo de los dos proyectos más importantes de la administración tecnocrática, impuesta por las presiones de la Unión Europea (UE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los mercados
financieros.
Además del presupuesto para el año entrante, el gobierno del economista Lucas Papademos tiene que convencer a los 300 legisladores de la cámara única del parlamento de un plan para pagar la deuda pública de 170 mil millones de euros, equivalentes a 120 por ciento del producto interno bruto.
Todos queremos ser ricos y sanos y no pobres y enfermos. Pero ahora tenemos que pensar en el futuro de nuestros hijos
, afirmó Venizelos, antes de pedir a los trabajadores que eviten participar en huelgas que minen los esfuerzos de la administración.
Venizelos explicó que el déficit en el gasto público debe bajar de nueve a 5.4 por ciento del PIB y señaló que para lograr ese objetivo existe la posibilidad de aplicar un plan de quita de deuda.
Además de vender entidades estatales y de reducir la nómina oficial, el gobierno de Papademos, que el miércoles pasado recibió un voto de confianza en el Parlamento, pero no fue producto de una elección popular, buscará elevar la captación de impuestos a 2 mil 500 millones de euros.
Al tiempo que Venizelos presentó sus argumentos a los legisladores, quienes deben aprobar el presupuesto a más tardar el 7 de diciembre, llegaron a la capital griega los representantes de la UE, el FMI y el Banco Central Europeo, que tienen la misión de supervisar el trabajo de la administración griega para que cumpla con los requisitos de aprobación de un crédito de 8 mil millones de euros, con los que Atenas hará frente a sus necesidades inmediatas de operación.