Saúl Canelo Álvarez no resiste las ansias de subir al cuadrilátero. Confiesa que lo carcome la impaciencia para que llegue el sábado, cuando enfrentará al rival más serio de toda su carrera, el puertorriqueño Kermit Cintron, en la tercera defensa del cinturón superwélter del Consejo Mundial de Boxeo.

Quiere que ya termine todo para culminar un año en el que cumplió su sueño de ser monarca y con un combate en un escenario mítico: la Plaza de Toros México, el mismo sitio que llenaron ídolos populares como Julio César Chávez y Raúl Ratón Macias.

Justo como tal fue recibido en el entrenamiento público que realizó en el gimnasio Nuevo Jordán, un espacio al que el pelirrojo quiso volver por razones emocionales. Aquí, cuenta su mánager Chepo Reynoso, entrenaba cuando estaba de visita en la ciudad de México, en el comienzo de su carrera.

Vino por iniciativa propia, porque dice que le trae recuerdos de sus inicios y porque quería estar con la gente, refirió el entrenador, mientras al fondo de la sala el peleador tapatío ensayaba las líneas de un comercial para televisión.

Minutos antes, la gente se había desbordado para ver y acercarse al campeón superwélter. Todos lo llamaban por su nombre, intentando captar con sus celulares una imagen del pugilista levantando un pulgar; pósters y plumones pasaban sobre el mar de cabezas que inundó el gimnasio.

El Canelo no dejaba de atender a los aficionados; parecía disfrutar de su éxito, aunque sabe que el sábado lo espera un doble reto: el rival con mayor prestigio que ha tenido enfrente y llenar el coso de la colonia Nápoles, con capacidad para 45 mil asistentes.

Es un compromiso muy grande, un reto importante que se me ha presentado a esta edad. Confío en que la gente me apoyará e irá. Independientemente de lo que pase, daré lo mejor.

Álvarez, quien hace un año suspiraba por una oportunidad de disputar un título y hoy a los 21 años tiene la proyección de una estrella, señaló: Todo fue rápido, aunque no tanto, porque llevo años trabajando para que se diera esto.

Antes de llegar a este momento de fama fue muy criticado por el nivel de los boxeadores que enfrentó, pero esta vez no tiene un pleito fácil. Es un rival duro, que venció al mexicano Alfredo Perro Angulo y empató con el argentino Sergio Maravilla Martínez. Se trata de un peleador de larga trayectoria y combates importantes.

Cintron es un adversario muy completo, que pega y aguanta; ya sabe lo que significa el éxito. Será la prueba más importante de mi carrera, confesó el Canelo cuando apenas puso pie en el gimnasio.

El puertorriqueño está consciente de su nivel y ha advertido al tapatío que nunca ha enfrentado un peleador con su oficio; incluso aseguró que vino a noquearlo.

Cintron es un peleador que puede complicar la pelea, reconoció el Canelo, quien respondió a las amenzas del boricua: Puede decir muchas cosas, pero en el cuadrilátero eso sobra.