Trampas mediáticas
Juanitos informativos
Propaganda disfrazada
SCJN: tretas libres
Fin al usted disculpe
Tipo de cambio, otra vez
De picudos
y realidades
SCJN avala la calumnia
Las fracturas en el PRI-DF
Los actores Guerra y Vargas
La Doctrina de la Real Malicia
Golpe a la soberanía
yer, cuatro de los cinco integrantes de la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aprobaron el proyecto de resolución elaborado por el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea que otorga una exoneración definitiva a la revista Letras Libres, a la que La Jornada demandó en 2004 por publicar un artículo en el que, faltando a la verdad, acusó a nuestro diario de ser cómplice del terror
y de estar al servicio de asesinos hipernacionalistas
. Culminó así un largo proceso legal que recorrió instancias y amparos de ambas partes, y que en su desenlace, lejos de sentar límites claros entre el ejercicio de la libertad de expresión y el derecho de terceros a la honra y el buen nombre, pervirtió los términos del debate público, estableció inmunidades de hecho, legitimó la mentira y legalizó la calumnia.
Resolución de la Corte viola la Constitución, aseguran
a Primera Sala de la SCJN ha violado la Constitución en agravio de La Jornada con su resolución, por ser errónea al partir de un supuesto falso, que es “Letras Libres tiene derecho constitucional a emitir la afirmación de que La Jornada es cómplice del terrorismo”.
l PAN, que no dijo nada a la hora feliz, cuando creía tener la victoria en las manos, al saberse abajo en la votación por escasa diferencia denunció la presencia decisiva de la delincuencia en el proceso electoral michoacano. La candidata del PAN aceptó su derrota, pero descalificó los resultados, pues presume que el vuelco inexplicable a favor del PRI que sus encuestas no habían registrado se debió a la injerencia del narcotráfico. Por su parte, el candidato del PRD, dueño de casi un tercio de los votos, reclamó, por los mismos motivos, la anulación de las elecciones. En definitiva, al final del día, la amplia movilización ciudadana quedó empañada una vez más por la disputa poselectoral, el recuerdo del incidente sangriento donde murió el edil de La Piedad y las acusaciones de última hora de la candidata panista. Mal signo. Luego, un noticiario televisivo recibió y transmitió una grabación que revela las terribles amenazas de un operador de La Familia exigiendo a un grupo de perredistas votar por el PRI, arguyendo la injerencia de un grupo rival en favor del candidato Aureoles. Es obvio que las autoridades están obligadas a investigar a fondo este y otros casos semejantes, incluyendo el asesinato mencionado, pues nada es tan dañino como la impunidad, la extensión del miedo y la siembra del fatalismo entre la ciudadanía. Es urgente hacer un esfuerzo de racionalidad política para sopesar, con realismo y sin falsas ilusiones, hasta qué punto esos lamentables hechos comprometen o no la legalidad de las elecciones michoacanas en su conjunto, si anulan (así sea moralmente) los resultados obtenidos en la urnas por los distintos candidatos y partidos. La investigación no puede quedarse en las generalizaciones del momento: ya es hora de que, por una vez, sea la ley la última palabra.
zquierdas. ¿Qué son las izquierdas? Durante más de un siglo las izquierdas eran las que proponían el socialismo como alternativa, mejor y superior, al capitalismo. No había duda, entonces, de qué eran las izquierdas. Incluso los anarquistas se planteaban el socialismo, de preferencia sin el Estado, como su opción.
o sería la primera vez que un candidato puntero al inicio de una competencia electoral pierda súbitamente la ventaja frente a sus rivales y termine en segundo y hasta tercer lugar. Las razones de su derrota pueden ser muchas y muy diversas; sin embargo, no son pocos los casos en que los antes afortunados se tropiezan con sus propios errores, o incurren en comportamientos autodestructivos que los conducen al fracaso.
n camino accidentado. Se ha dicho, sin exageración, que quizá ninguna cumbre internacional reciente se ha reunido bajo auspicios menos propicios que la del G-20 en Cannes a principios de este noviembre. Tan mal fario, para usar un circunloquio, ha continuado ensombreciendo las secuelas de la cumbre y otros acontecimientos de las semanas siguientes. Un acuerdo genuino de los 17 de la eurozona, que ellos estén dispuestos a aplicar a cabalidad y sin demora y que, además, resulte aceptable para los otros 10 de la Unión Europea, parece ahora, a finales de noviembre, más lejano que en las vísperas y durante la cumbre misma, cuando el asunto se consideró, de hecho, superado. Se ha confirmado el esperado fracaso del llamado supercomité
del Congreso estadunidense, que no logró el consenso para reducir en 1.2 billones de dólares el déficit presupuestal, lo que dará lugar a recortes equivalentes del gasto público a partir de 2013, que anularán cualquier otro intento de reactivar un crecimiento en abierta declinación y reducir un desempleo tercamente elevado. Se ha procurado que los eventuales arreglos sobre la deuda y la moneda común en Europa se definan y apliquen lo más alejado que sea posible del escrutinio público, como pusieron de relieve tanto la reacción, entre el pánico y la cólera, que suscitó la opción de acudir a un referendo en Grecia, como la integración de gobiernos tecnocráticos, sin mediar elecciones generales, cuyo mandato ha sido definido en Bruselas y Francfort más que Atenas y Roma. En ambos lados del Atlántico se gesta una intolerancia creciente ante las manifestaciones de protesta de indignados, ocupantes y otros grupos –amplias, plurales, pacíficas–, que empiezan a ser reprimidas, vistas como un peligro y a las que se busca desprestigiar y criminalizar. Como se advierte, tras Cannes, el trayecto hacia Los Cabos es un camino en extremo accidentado.
na nueva ola revolucionaria recorre Egipto, rubricada por la reconquista de la plaza Tahrir por el pueblo después de una batalla campal de más de 36 horas con la fuerzas de seguridad. Los egipcios, otra vez con sus jóvenes a la cabeza, se han lanzado a una nueva insurrección que exige la renuncia del Consejo Supremo de la Fuerzas Armadas(CSFA), encabezado por el mariscal Mohamed Hussein Tantawi, que sucedió a Mubarak en el mando de la nación, la creación de un gobierno de salvación nacional al que se subordinen los militares y un cronograma para la instauración de un gobierno constitucional. El consenso en la plaza Tahrir, donde el lunes se reunieron más de un millón de manifestantes, es que el CSFA traicionó la encomienda del pueblo para crear un orden democrático y constitucional. Esa encomienda no fue gratuita, se debió a que el ejército se negó a reprimir la insurrección popular del 25 de enero de este año –como pretendían Mubarak y sus aliados en Washington y Tel Aviv–, retiró su apoyo a las sangrientas fuerzas de seguridad y forzó la salida del sátrapa, impidiendo así un baño de sangre.
n un libro influyente publicado en 1991, Adam Przeworski escribió: Poder comer y poder hablar, no sufrir hambre ni represión, éstos son los valores que animan un afán mundial de democracia política y racionalidad económica
. Veinte años después ese movimiento generalizado por crear instituciones democráticas, que aceptó que los mercados podían funcionar mejor sin interferencias estatales, ha conducido a una situación en la que para enfrentar la crisis en naciones paradigmáticas los actores políticos han decidido renunciar al valor central de la democracia: celebrar elecciones para decidir quien gobierna y, con ello, aprobar cierto programa político.
auricio García Lozano regresa al teatro de pequeño formato y restaura, en cierta forma, su Teatro del Farfullero con esta obra de la dramaturga quebequense Carole Fréchette, algunas de cuyas obras dirigió anteriormente. Inspirada en el cuento Barba Azul, mantiene casi todos sus elementos antes de dar un giro en tema y narración. El cuento escrito por Perrault en 1697 ha dado lugar a cuatro óperas y un sinfín de análisis que van desde pensar que el prototipo del cruel noble se basa en Giles de Retz hasta hablar de la nefasta curiosidad femenina con los ejemplos de Eva y de Pandora. La inclinación feminista de Fréchette no podía ir por ese camino y, a cambio, ofrece una metáfora de la culpa y la capacidad de compartir el dolor ajeno al contrastar Gracia las riquezas que su matrimonio con Enrique le proporciona, con lo que ve o cree ver en la pequeña habitación.