Jorge Carrillo Olea, fundador del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), criticó la falta de un proyecto de prevención y de esquemas defensivos del Estado mexicano por parte de los gobiernos posrevolucionarios.

Durante la presentación de su libro México en riesgo. Una visión personal sobre un Estado a la defensiva, en instalaciones de El Colegio de la Frontera Norte, en la ciudad de México, cuestionó también la carencia de una concepción de seguridad nacional.

Antes era un tema castrense, y la Defensa, los militares en su conjunto, se sentían ofendidos cuando alguien hablaba de seguridad nacional sin pedirles permiso, pero en la medida en que se fue agravando la situación se empezaron a confundir ambos rubros. “Ahora la seguridad nacional es un problema de El Chapo (Joaquín Guzmán Loera); si bien, visto al revés, él es un problema de seguridad nacional, que no es lo mismo”.

El ex gobernador de Morelos señaló que esa falta de proyecto tiene que ver con la carencia de prevención, de anticipación, de montar esquemas defensivos de todo carácter: políticos, jurídicos, diplomáticos, sociales, económicos, cuya ausencia nos ha llevado a una serie de eventos que –aseguró– no debieron suceder. Por ejemplo, el asalto al cuartel de Madera, Chihuahua (el 23 de septiembre de 1965), y que sucedió por una total imprevisión que nos llevó a una absoluta cerrazón e incapacidad de dialogar con esas fuerzas, que eran apenas emergentes.

En cuanto a la masacre del 2 de octubre dijo: creo que es la síntesis fundamental de la falta de interlocución, de la falta de entendimiento, de la visión estrictamente represiva y contestataria a toda inquietud social.

Porque en México –apuntó el experto en seguridad nacional– a toda inquietud social se le ha respondido con una visión de enemistad. A quien no coincide con el sistema se le define inmediatamente y sin cortapisa alguna como enemigo, y a ese enemigo hay que tratarlo de manera estricta.

En los gobiernos de muchas décadas –insistió–, siempre la preocupación, siempre la advertencia, siempre la reacción virulenta va contra movimientos sociales de carácter popular, y no aparece nunca dentro de las preocupaciones del gobierno mexicano, desde el primero electo de manera regular, que fue Álvaro Obregón, hasta el de ayer, la percepción de que las derechas y sus intereses pudieran ser una forma de amenaza al devenir público.

Carrillo Olea advierte en su libro que “México está en riesgo, en tanto que es un país acosado, a la defensiva, una nación que no ha sabido anticipar ni actuar preventivamente.

La grave situación en que nos encontramos tiene sus raíces en el hecho de que todos los gobiernos posrevolucionarios menospreciaron la construcción de un proyecto e ignoraron con ello los recursos que debieron operar para la protección del Estado, no de la administración en turno.

Ayer, en su exposición, remató: “todo empieza un primero de diciembre y todo acaba un 30 de noviembre; seis años después. No hay antecedente y no hay consecuente, todo se inaugura, todo se inventa nuevamente cada seis años; de ahí la ingeniosa frase de Octavio Paz del ‘sistema métrico sexenal’”.

A través de México en riesgo..., el general en retiro, que ocupó diversas posiciones privilegiadas durante los sexenios de Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, explica diversos sucesos, cómo fue usado el Estado Mayor Presidencial el 2 de octubre de 1968; cómo se rescató a Echeverría en la UNAM, en 1975, cuando fue agredido por estudiantes; la caída del sistema electoral en 1988 y el operativo en que aprehendieron a El Chapo Guzmán en 1993, en Guatemala, entre otros.