Nadie fue más rápido que Germán Quiroga en la Náscar México durante los tres recientes campeonatos. Una hazaña inédita para un piloto de la categoría en este país, que subió en tres ocasiones consecutivas a lo más alto del podio y que este año, además, impuso dos marcas sin precedentes: terminó todas las vueltas y finalizó entre los cinco primeros puestos en 11 ocasiones.

Con ese palmarés está a punto de empezar otra vez desde cero, si se concretan su planes para correr la próxima temporada en las pistas de Estados Unidos.

A poco más de una semana, en la que concluyó la temporada en México –con la última fecha celebrada en el Autódromo Hermanos Rodríguez– y conquistó por tercera ocasión, Quiroga realiza una gira por el vecino país del norte como parte de las actividades de premiación en la categoría.

Al mismo tiempo realiza negociaciones para dar el salto a los circuitos de aquel país. Un viejo conocido del piloto mexicano, Kyle Busch, parece una opción para disputar en 2012 el camping World Trucks de la Serie Nascar estadunidense.

Empezaré de cero y no será fácil. Llegar campeón de la Nascar México no significa que me adaptaré inmediatamente y que seguiré siendo monarca, señaló.

Ganar tres veces la serie mexicana fue un escaparate para su carrera, pero llegar a un nuevo escenario, con un nuevo equipo, pone a prueba la templanza hasta de un triple campeón, admitió.

Competir en Náscar es complicado, admite Germán QuirogaFoto Jam Media

La gente con la que trabajaría en Estados Unidos no me conoce ni yo a ellos. En México sé bien con quién me estoy metiendo, en quién confiar y en quién no, agregó Quiroga.

Será un proceso arduo que puede llevar cuatro semanas, es decir cuatro fechas para intentar adaptarse a las lógicas de trabajo del equipo, desde el diseño del auto hasta la comunicación entre la gente involucrada en el desempeño del piloto en cada carrera.

Competir en la Náscar no es sólo pisar el acelerador a fondo para rebasar al rival, es una categoría muy complicada en la que incluso algunos talentos de Fórmula Uno que han participado no han tenido mucho éxito, refirió.

Recuerda la experiencia del finlandés Kimi Raikkonen, campeón del mundo con Ferrari en 2007, quien debutó en Nascar el 22 de mayo de este año y terminó en el puesto número 15. Me estoy comparando con el campeón del mundo en Fórmula Uno, y con un auto idéntico.

En la soledad del auto, a 60 grados centígrados de temperatura, con las emociones bloqueadas y todos los sentidos concentrados en el desarrollo de la extensión motorizada del piloto, Quiroga dice que sólo piensa en ganar. Si no, no tiene sentido subirse a un auto.