Contepec, Mich., 6 de diciembre. A causa del estigma y la vergüenza que provocan las enfermedades mentales, así como por la limitada oferta de servicios de salud, pueden transcurrir de cinco a 14 años antes de que los afectados busquen ayuda. Sólo 20 por ciento lo hacen, aunque de éstos la mitad recurre a familiares o amigos. Una mínima parte (3 por ciento) acuden con el siquiatra y 5.4 con el médico general.

Esto significa que en México los padecimientos del sistema nervioso central están subdiagnosticados y mal tratados, afirmó el especialista Marco Antonio López Butrón. Con una experiencia de más de 20 años de trabajo en el hospital siquiátrico Fray Bernardino Álvarez, el médico advirtió que esta carencia explica, en parte, la incapacidad de los individuos para llevar una vida satisfactoria y, sobre todo, que algunos lleguen al suicidio.

El especialista participó en el Seminario sobre trastornos del sistema nervioso central, organizado por el laboratorio farmacéutico Lundbeck. Señaló que casi un tercio de los mexicanos han presentado alguna vez un trastorno siquiátrico, de los cuales los más frecuentes son la ansiedad (14.3 por ciento), el abuso de sustancias (9.2) y los afectivos (9.1). En estos últimos están la depresión mayor, la bipolaridad y la distimia.

Llamó la atención sobre la importancia de mejorar el acceso a servicios de salud y, por tanto, el diagnóstico de estos males, con la finalidad de frenar acciones como la automedicación o que los afectados recurran a métodos alternativos que sólo retrasan un tratamiento correcto.

También resaltó que si bien uno de los síntomas de la depresión es la tristeza profunda, es común que se confunda con alteraciones que pueden ser provocadas por la pérdida de algún familiar o del trabajo, la cual es transitoria.

La depresión es una afectación del sistema nervioso central, en particular, del funcionamiento de neurotransmisores como la serotonina, que controla la ansiedad, los impulsos y el estado de ánimo en general; la dopamina favorece la capacidad de gozo y placer, en tanto la acción de la norepinefrina está relacionada con la motivación, la energía y el interés por las actividades cotidianas.

López Butrón explicó que aunque la edad promedio en que aparece el primer episodio de depresión es alrededor de los 26 años, existen tres picos, a los 17, 32 y 65 años de edad.

En el caso de las personas entre 15 y 24 años, se refirió a investigaciones científicas según las cuales 90 por ciento de quienes han intentado suicidarse presentaba ansiedad intensa, 60 por ciento síntomas depresivos y 21 por ciento, depresión intensa. Es decir, hace falta garantizar el acceso a atención médica especializada y sobre todo, a los medicamentos.

Una mayor oferta de servicios ayudaría a revertir la actual situación, ya que hoy día de quienes padecen depresión severa sólo 14 por ciento buscan ayuda y de éstos 12 por ciento logran un tratamiento adecuado. Esta carencia de atención es causa de los suicidios en los casos más graves. López Butrón comentó que entre los hombres la tasa es de seis por cada 100 mil habitantes, mientras entre las mujeres es de una por 100 mil.

Hasta el momento no es posible anticipar quién atentará contra su vida, aunque otro indicador que da cuenta de las deficiencias en los servicios es que algunos estudios han encontrado que más de 60 por ciento de los pacientes que han intentado quitarse la vida acudieron al médico en los seis meses previos, indicó.