Sábado 10 de diciembre de 2011, p. 8
El patrimonio arqueológico, histórico y paleontológico se encuentra en riesgo
debido a la aplicación de políticas culturales y administrativas que lo colocan como un producto más de la industria del turismo y del ocio.
Así lo manifiestan trabajadores administrativos, técnicos y manuales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quienes desde junio pasado han realizado movilizaciones y recurrido a los legisladores en el Congreso para presentar una serie de irregularidades
que subsisten en el instituto que dirige Alfonso de Maria y Campos.
La inconformidad de los trabajadores se debe a problemas sobre los cuales no han obtenido respuesta de las autoridades.
Por ejemplo, destaca la agresión contra custodios del INAH en la zona arqueológica de la isla de Jaina, Campeche, sitio no abierto al público y de difícil acceso, donde cinco hombres armados los amagaron, se llevaron el teléfono satelital y una lancha del instituto.
Por esos hechos, la Procuraduría General de la República inició una averiguación previa.
Otros problemas, detallan los trabajadores, es la imposición de actos públicos, políticos y sociales en los museos; la promoción de actividades con ese carácter en monumentos históricos y zonas arqueológicas, así como la apertura de nuevos sitios sin contar con la infraestructura material y humana para la conservación
.
También el pasado lunes 5, los profesores-investigadores del INAH se manifestaron en la explanada del Museo Nacional de Antropología para informar a la sociedad sobre los actos privados que se realizan en el recinto.
Ese día, se ofreció una cena-concierto organizada por el Patronato del museo ‘a la que asistirían mil personas para reunir fondos y remodelarlo. Tal proyecto es desconocido para nosotros y hasta donde sabemos ya se hizo el remozamiento en el museo”, dijo Felipe Echenique.
De hecho, comentaron otros investigadores, los actos sociales y privados
se realizan más de cuatro veces al mes. Sin duda, con eso se pone en riesgo la salvaguarda de las piezas
, dijeron los trabajadores apostados a las puertas del recinto.
Ahí colocaron pancartas en las que se leía: Exigimos respeto a la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas. No a la comercialización del MNA
La ley de Bienes Nacionales impide lucrar con el patrimonio de los mexicanos
.
Este diario ha solicitado información al INAH respecto de esos actos y cenas-conciertos en el museo y aún no se obtiene respuesta.