Fija en poco más de $3 mil 361 millones sus actividades ordinarias permanentes
Determinó que para campañas presidenciales se erogará un tope de $336 millones 112 mil
Sábado 17 de diciembre de 2011, p. 9
El Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE) aprobó ayer un presupuesto de 5 mil 344 millones 875 mil pesos para los partidos políticos en 2012, de los cuales 3 mil 361 millones 120 mil pesos serán para sus actividades ordinarias permanentes, y mil 680 millones 560 mil pesos para los gastos de campaña.
En breve sesión, los consejeros del IFE fijaron en 336 millones 112 mil pesos el límite de los gastos que se pueden hacer en la campaña para la elección del presidente de la República, y en 67 millones 222 mil pesos el tope en las precampañas presidenciales, en acatamiento a un ordenamiento del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Una vez realizada la distribución de los recursos, el PRI se llevará la mayor parte al haber sido el que recibió mayor votación en las últimas elecciones federales, seguido del PAN, el PRD y el Partido Verde Ecologista de México. Luego de ellos se ubican el Partido del Trabajo, Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano.
De 3 mil 361 millones 120 mil pesos destinados a las actividades ordinarias permanentes de los partidos políticos, el PRI tendrá mil 74 millones 539 mil pesos; el PAN 849 millones 568 mil pesos, y el PRD 451 millones 490 mil, según el proyecto aprobado en reunión extraordinaria.
Por su lado, el Verde tendrá 313 millones 14 mil pesos; el Partido del Trabajo, 236 millones 196 mil pesos, Nueva Alianza se lleva 230 millones 191 mil y Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, obtendrá 206 millones 120 mil.
En relación con el financiamiento público destinado para gastos de campaña en 2012, el dictamen establece que de mil 680 millones 560 mil pesos, el PRI tendrá 537 millones 269 mil pesos; el PAN 424 millones 784 mil pesos y el PRD 225 millones 745 mil.
El Verde se llevará 156 millones, el Partido del Trabajo 118 millones, Nueva Alianza 115 millones y Movimiento Ciudadano 103 millones.
Los consejeros también fijaron en un millón 120 mil 373 pesos el tope de gastos de campaña para diputado de mayoría relativa y para los senadores electos por este mismo principio, aprobaron una tasa variable que va de 2 millones 240 mil 747 pesos a 22 millones 407 mil 472 pesos, dependiendo del número de distritos electorales que cada estado tiene.
Por lo que hace a las precampañas de los aspirantes a diputados de mayoría relativa, el Consejo General del IFE aprobó un cantidad máxima de 162 mil 536 pesos, y en relación con los interesados en el Senado, el límite será de 448 mil 149 pesos en los estados de Baja California Sur, Campeche y Colima, mientras el más alto será de 4 millones 481 mil 494 pesos en el Distrito Federal, estado de México y Veracruz, donde hay más de 20 distritos electorales.
El nuevo consejero del IFE, Lorenzo Córdova, resaltó que el presupuesto destinado a campañas tiene una reducción de cerca de mil millones de pesos con respecto a 2006, cuando se gastaron 2 mil 500 millones.
Señaló que en tiempos reciente ha habido una serie de propuestas para bajar los montos de financiamiento, pero hay que hacerse cargo de que los partidos políticos, como instituciones de interés público, tienen legítimas y necesarias necesidades de gasto.
En la medida en la que sea irresponsablemente cerrada la llave del financiamiento, se abriría una delicada puerta para ponernos en una situación de vulnerabilidad frente a quienes están dispuestos a financiar la política
, añadió.
Pablo Gómez, representante del Poder Legislativo, dijo que efectivamente han disminuido los gastos de campaña, pero no ocurre en la misma proporción, en relación con los gastos ordinarios. Estos siguen subiendo y continúan siendo motivo de preocupación de algunos legisladores, subrayó.
En contrapartida, expuso que el financiamiento público tiende a disminuir la influencia de los dueños del dinero en los partidos políticos, los cual es un propósito muy loable. Desgraciadamente hay una serie de distorsiones que consisten en la incapacidad de una fiscalización realmente amplia del gasto político y del gasto electoral, porque aunque el IFE tiene hoy mayores facultades que antes para desempeñarse como órgano fiscalizador, los partidos tienen muchas formas y, sobre todo, los candidatos, de eludir esos mecanismos. Por ello, la lucha en contra de esta clase de corrupción tiene que seguirse dando, señaló el senador del PRD.