Sólo 10 entidades superan la media nacional en infraestructura, insumos y recursos humanos
Guerrero, Oaxaca y Chiapas se ubican en las últimas posiciones de la lista
El estudio mide 10 factores
La evaluación se realizó por 24 expertos de los sectores académico y empresarial
Sábado 17 de diciembre de 2011, p. 32
A pesar que desde hace una década se impulsó la descentralización de la infraestructura científica y tecnológica en el país, de acuerdo con los resultados del Ranking Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (RNCTI) sólo cuatro entidades –Distrito Federal, Nuevo León, Morelos y Jalisco– destacan por las condiciones para desarrollar sus capacidades científicas y tecnológicas.
El estudio, elaborado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCT), revela que los estados con mayores rezagos son Guerrero, Oaxaca y Chiapas, que se ubican en las últimas posiciones si se considera su capacidad instalada para la creación de nuevos saberes y el fomento de tecnologías e innovación.
De acuerdo con los resultados del ranking, que se actualizará cada dos años, sólo diez entidades se encuentran dentro de la media nacional en la distribución de infraestructura, insumos y recursos humanos para el desarrollo científico y tecnológico. A este grupo se suman Coahuila, Querétaro, Baja California, Guanajuato, Chi-huahua y estado de México.
En contraste, las entidades con mayor atraso incluyen a Tabasco, Zacatecas, Durango, Tlaxcala, Hidalgo, Campeche y Quintana Roo, entidades muy por debajo de las condiciones promedio para impulsar la generación de nuevos conocimientos.
Juan Pedro Laclette, coordinador general del FCCT, reconoció que pese a los escasos recursos públicos que se destinan al sector, en muchos estados están pasando cosas relevantes. Hay resultados
, pero aclaró que estos avances están más vinculados al hecho que el desarrollo científico en México depende más de los esfuerzos de las instituciones (científicas) y de los individuos, que de un liderazgo superior
.
Destacó que con los datos incluidos en el ranking, que evalúa 10 factores de la actividad científica y tecnológica en las entidades, entre ellas acceso a infraestructura para la investigación, inversión, población con estudios profesionales y de posgrados, productividad científica e infraestructura empresarial, entre otras, se puede conocer, de forma actualizada, las fortalezas y oportunidades que tiene cada estado en el desarrollo de conocimientos científicos y tecnológicos, pero también sus debilidades y amenazas
.
Con la participación de 24 expertos del sector académico, científico, empresarial y de gobierno, quienes colaboraron en la ponderación de indicadores, el RNCTI revela que pese a los esfuerzos realizados subsiste un alto grado de concentración en los recursos de la ciencia, la tecnología y la innovación en el país
, pues a pesar de que ha ido disminuyendo, aún queda un largo camino por recorrer para mejorar la distribución
de la infraestructura científica.
En cuanto a acceso a infraestructura para la investigación, el Distrito Federal, Puebla y Veracruz se ubican en las primeras tres posiciones, mientras que Colima, Baja California Sur y Quintana Roo son las entidades más rezagadas, pero si se considera la infraestructura empresarial, los mejor posicionados son Querétaro, Nuevo León y Guanajuato, mientras que los menos aventajados son Tabasco, Guerrero y Chiapas.
Las entidades que invierten más en ciencia, tecnología e innovación son Nuevo León, Distrito Federal y Querétaro, al igual que Jalisco, Morelos y el estado de México, y las que enfrentan la mayor restricción en financiamiento son Guerrero, Oaxaca y Campeche, así como Sinaloa, Sonora y Durango.
Inversión virtuosa
Al respecto, Laclette subrayó que pese a las condiciones de rezago que enfrenta la mayoría de las entidades del país para impulsar la ciencia y la tecnología, podemos constatar que por cada peso que se invierte, se recupera mucho más
.
Recordó que en las pasadas dos décadas la inversión pública destinada al sector creció un promedio anual de 2 por ciento, pero la productividad científica alcanzó un desarrollo de 8 por ciento al año. Es evidente, concluyó, que la inversión en ciencia y tecnología es muy virtuosa, pero esto no ha sido entendido por los tomadores de decisiones
.