París, 3 de enero. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, insistió este martes en que su par sirio, Bashar Assad, debe abandonar el poder y dejar que su pueblo decida libremente su destino, mientras la Casa Blanca afirmó que ya es tiempo de que el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) actúe para aumentar la presión sobre el régimen de Damasco.

Sarkozy dijo que la comunidad internacional debe asumir sus responsabilidades denunciando una represión cruel y garantizar que los observadores de la Liga Árabe cuenten con todos los medios y la libertad para hacer correctamente su trabajo. El mandatario justificó que el uso desmedido de la fuerza suscita con mucha razón el hastío y la revuelta.

Previamente, el canciller francés Alain Juppé había expresado sus dudas respecto del desarrollo de la misión árabe para implementar un plan de paz aceptado por Siria y agregó que el Consejo de Seguridad de la ONU no puede permanecer silencioso sobre lo que ocurre en el país, donde según Juppé prevalece la represión pese a la presencia de los observadores que llegaron el 26 de diciembre.

La Casa Blanca aseveró que Siria no respetó las exigencias de la Liga Árabe y que ante esta situación, la comunidad internacional debería examinar nuevas medidas para obligar al régimen a detener la violencia contra sus ciudadanos, según señaló el vocero del presidente Barack Obama, Jay Carney, quien subrayó que seguirán trabajando con sus socios internacionales para que actúe el Consejo de Seguridad de la ONU.

Verificación de la Liga Árabe

El grupo de observadores árabes comenzó este día una visita a la provincia siria de Hama, para verificar la situación en el terreno. Al mismo tiempo, se informó que la Liga Árabe convocó a una reunión de emergencia para el próximo sábado en El Cairo y poder discutir un informe de los observadores desplegados en el terreno.

En tanto, fuentes opositoras en Nicosia y Beirut afirmaron que 18 personas murieron, algunos de ellos de las fuerzas de seguridad siria, luego que decenas de soldados del ejército regular desertaron y dispararon contra los uniformados en un puesto de la policía en Jaseem, en la región de Deraa.

Además, se produjo un sabotaje dinamitero contra un gasoducto cerca de la ciudad de Rastan.

Por último, una multitud colmó hoy la ciudad de Qurieh, en la norteña provincia siria de Deir Ezzor, para expresar su respaldo a la unidad nacional y a la soberanía de la nación árabe, tras que en la víspera en esa misma urbe y en Homs hubo mítines de apoyo a Assad.