El Cairo, 4 de enero. El principal fiscal en el juicio contra el derrocado presidente Hosni Mubarak, Mustafá Sulaiman, afirmó que hay pruebas irrefutables sobre la implicación del ex mandatario egipcio en el asesinato de manifestantes que participaron en la movilizaciones que provocaron su caída en febrero del año pasado.

En la tercera audiencia del proceso que se sigue a Mubarak, el fiscal insistió en que hay suficiente evidencia sobre la complicidad del ex gobernante en la muerte de al menos 850 personas –de acuerdo con cifras oficiales– durante la revuelta popular, con la que se puede apoyar el proceso contra los acusados de incitar a matar a manifestantes pacíficos.

Mubarak, sus dos hijos, Alaa y Gamal, el ex ministro del Interior Habib Adly y seis funcionarios de la policía, enfrentan cargos que van desde corrupción, malversación de fondos hasta la participación en la muerte de cientos de manifestantes durante la revuelta popular. De acuerdo con una comisión independiente, al menos 846 personas murieron durante las protestas.

Si bien aclaró que los acusados no estaban en la escena del crimen ni tuvieron un rol directo, Sulaimán explicó que los encausados fueron remitidos a juicio por ser participantes en él y aprovechar su poder para incitar a los verdaderos culpables a disparar contra los manifestantes,

Durante la audiencia, la corte, que fue instalada en el edificio de la Academia de Policía, en las afueras de El Cairo, mostró imágenes de la represión policial contra los manifestantes durante los 18 días que llevaron a la caída de Mubarak.

Desde agosto pasado, Mubarak, de 83 años, se encuentra en calidad de retenido en un hospital militar por problemas de salud, y al igual que en las anteriores audiencias fue trasladado en una camilla al edificio de la Academia de Policía.

Este día también se llevó a cabo el segundo y último día de la etapa final de las elecciones parlamentarias, con denuncias de compra de votos, informó la Organización Egipcia para los Derechos Humanos.

El Partido Libertad y Justicia, brazo político de los Hermanos Musulmanes, ha liderado las dos primeras rondas de votación, seguido del partido radical Al Nour.