Pachuca, Hgo.,13 de enero. La deuda del estado será 92 por ciento superior al monto de sus ingresos fiscales de este año, luego de que el gobierno de Francisco Olvera Ruiz disponga del crédito de mil 57 millones de pesos que le autorizó el Congreso local, para la reconstrucción de infraestructura dañada por el paso del huracán Arlene a finales de junio de 2011.

El citado préstamo, que será contratado a 20 años con el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, rebasa la expectativa de nueva deuda para Hidalgo en 2012, establecida en 500 millones de pesos por la calificadora Standard and Poor’s (S&P) en su último informe sobre la situación financiera de la entidad.

Según el Instituto de Acceso a la Información Pública Gubernamental, la deuda histórica de Hidalgo ascendió al cierre de 2011 a 3 mil 615 millones de pesos en números redondos y aumentará a 4 mil 672 millones, es decir 29 por ciento más, con el crédito aprobado por la legislatura estatal, mientras la recaudación fiscal en la entidad será de sólo 2 mil 435 millones de pesos.

Standard and Poor’s señala que si bien la entidad mantuvo durante los últimos cinco años un desempeño presupuestal adecuado y una política de deuda prudente, la debilidad en su economía frena sustancialmente los niveles de recaudación.

La consultora destacó que los altos pasivos de corto plazo que mantiene el gobierno de Olvera Ruiz (cuentas por pagar y acreedores diversos) afectan su posición de liquidez, lo cual se refleja en la falta de recursos para cubrir la aportación estatal de mil 57 millones de pesos al Fondo Nacional de Desastres Naturales.

Según el informe de S&P, la deuda total de Hidalgo en 2011 representó 40 por ciento de sus ingresos y estuvo garantizada con 35 por ciento de las participaciones federales.

Por su parte, la secretaria de Finanzas del gobierno estatal, Nubia Mayorga Delgado, anunció a finales del año pasado una serie de medidas para aliviar la carga de la deuda por mil 500 millones de pesos contraída para la adquisición de los terrenos de la refinería Bicentenario.

Entre dichas medidas esta, la restructuración de 12 a 15 años del plazo para el pago del empréstito; el cambio de banco, de Banamex a Banorte, y la negociación de una tasa de interés interbancaria de equilibrio del 0.9 por ciento frente al dos por ciento que se abonaba.