El interés de las bandas del crimen organizado por controlar territorios y expandir el mercado de las drogas, a través del narcomenudeo principalmente, provocó la violencia brutal, irracional y estúpida que se registra en varios lugares del país, afirmó el presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Al encabezar por primera vez una sesión del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic), en la que se hizo un repaso de las acciones emprendidas para prevenir, detectar temprano y dar tratamiento a consumidores de drogas, dijo que la espiral de violencia está vinculada al tema de salud y de las adicciones, y en general a fenómenos socioeconómicos, como el aumento –dijo– en el ingreso per cápita de los mexicanos que –según él– les permite adquirir todo tipo de bienes e incluso drogas.

Otro factor es que la mitad de la población del país es joven, menor de 26 años, y es el sector de mayor riesgo para caer en el consumo de estupefacientes. Por estos fenómenos los narcotraficantes cambiaron sus acciones. Además de transportar los enervantes, generaron un mercado interno, de acuerdo con la expliación del Presidente.

La sesión adquirió ayer relevancia inusual por la presencia no sólo del Presidente, sino de secretarios de Estado como Alejandro Poiré, de Gobernación; Patricia Espinosa, de Relaciones Exteriores, y la procuradora general de la República, Marisela Morales.

Sin embargo, se limitó a la presentación de un informe de actividades y ningún dato sobre los resultados de la nueva Encuesta Nacional de Adicciones, adelantada por instrucciones de Calderón el año pasado, a fin de tener información actualizada sobre el fenómeno. Carlos Tena, comisionado nacional contra las adicciones, comentó que el estudio ya está concluido y en la fase final de análisis por los expertos. Se podría presentar entre febrero y marzo próximos, dijo.

Llamó la atención la presencia del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, quien ocupó el lugar contiguo a la esposa de Calderón, Margarita Zavala, pero cuando ésta se levantó para pronunciar su discurso, Ebrard dejó el espacio vacío, cuando el protocolo establece que debió ocupar la silla para no dejar el hueco entre él y Calderón Hinojosa.

En su discurso el Presidente resaltó que los efectos del cambio en el modus operandi de los narcotraficantes se reflejó en las estadísticas. Mientras en la Encuesta Nacional de Adicciones de 2002, la prevalencia en el consumo era de 0.4 por ciento, para 2008 se triplicó para ubicarse en 1.4, lo que equivale a un millón de consumidores más, subrayó.

Por otra parte, Calderón planteó ayer al dirigente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos la necesidad de profundizar la cooperación bilateral sobre la base de la responsabilidad compartida. Reunido con el congresista republicano de Ohio, John Boehner, enfatizó la importancia de la aplicación de medidas más estrictas para detener el tráfico ilegal de armas y dinero en efectivo hacia México. En encuentro privado, reconoció el sólido apoyo bipartidista existente en el Congreso de Estados Unidos para impulsar mayores niveles de cooperación con México. Los Pinos informó en un comunicado que los congresistas reconocieron el compromiso del gobierno de México en el combate a la delincuencia organizada trasnacional, la cual afecta a las sociedades de los dos países.