En un año la isla duplicó el volumen de su comercio con Caracas
Martes 17 de enero de 2012, p. 24
La Habana, 16 de enero. Cuba duplicó en un año el volumen de su comercio con Venezuela, que a finales de 2010 ocupaba casi 40 por ciento del intercambio total de la isla, indicó un informe oficial.
El comercio basado en acuerdos preferenciales y las inversiones estratégicas sitúan a Venezuela, de lejos, como el socio principal y pieza muy sensible en la economía cubana, pero los proyectos que están en marcha en la isla requieren aún entre dos y tres años para su pleno funcionamiento.
La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE, www.one.cu) reportó un intercambio con Venezuela en 2010 de 6 mil 27 millones 679 mil dólares, contra 3 mil 135 millones 490 mil dólares en 2009.
La ONE publicó casi todo su informe de 2010 a mediados del año pasado, pero retrasó hasta el pasado fin de semana algunos resultados, como el sector externo y las cuentas nacionales.
Al dispararse en 2010, el comercio cubano con Venezuela superaba en más de tres veces al de China, el segundo socio de la isla (mil 900 millones). El resto de los principales intercambios de Cuba fueron, en este orden, con Canadá, España, Brasil, Holanda, Estados Unidos, México, Italia y Francia, para un total de 15 mil 244 millones de dólares.
Algunos analistas atribuyen el alza de las cuentas con Venezuela al aumento del precio del petróleo y al hecho de que el país sudamericano empezó a pagar a Cuba servicios que antes no liquidaba.
El eje de la relación de Cuba con Venezuela está en la venta de servicios profesionales y en la compra de petróleo bajo un acuerdo preferencial. Según fuentes conocedoras del mecanismo, los servicios médicos de la isla se cotizan con un índice ligado al precio del crudo.
Conforme al acuerdo vigente, Cuba puede pagar la factura petrolera con un crédito en dos tramos (90 días y 15 años con dos de gracia), cuyos montos se determinan según una escala creciente del precio del barril.
Petróleos de Venezuela (PDVSA) reportó ventas a Cuba de 113 mil barriles diarios de crudo y derivados en 2010, cuando la cesta venezolana se vendió a un promedio de 70 dólares el barril. En esos términos la factura petrolera de la isla pudo estar en torno a los 2 mil 887 millones de dólares en ese año.
La ONE informó que la importación total de mercancías venezolanas fue de 4 mil 300 millones 560 mil dólares en 2010, pero no suele desglosar la balanza de servicios, donde están los principales ingresos de la isla.
Cuba vende a Venezuela soluciones integrales de servicios y tiene a más de 40 mil profesionales estacionados en ese país, trabajando en asistencia médica, deportes, informática, agricultura, azúcar y seguridad, entre otros sectores.
La empresa mixta Cuvenpetrol opera la refinería de Cienfuegos (centro-sur cubano), con capacidad de 65 mil barriles diarios, que ahora está en ampliación para alcanzar los 150 mil barriles diarios en 2014.
El mismo consorcio prevé la ampliación de otra refinería, la Hermanos Díaz (Santiago de Cuba, oriente) y diseña una nueva en Matanzas (noroeste), según informó en agosto pasado el vicepresidente de PDVSA, Asdrúbal Chávez.
La binacional Cuvenpeq proyecta en Cienfuegos una fábrica de urea y amoniaco, con ingeniería china y japonesa, que empezará a funcionar en 2015 y está diseñando una productora de PVC, que podría operar en 2017. Ahí está prevista una regasificadora de 2.06 millones de toneladas por año, la mayor parte para electricidad, que operararía en 2015, informó en noviembre Héctor Pernia, director local de PDVSA.
Una tercera empresa mixta, Telecomunicaciones Gran Caribe, tendió entre los dos países un cable submarino de fibra óptica, destinado a multiplicar la capacidad de conexión de voz, datos e imagen. El enlace tenía que funcionar en julio pasado, según el plan original, pero aún se desconoce la suerte que haya corrido. Versiones sin confirmar ni desmentir indican que algunos ejecutivos del proyecto fueron detenidos, bajo acusaciones de fraude.
Por ahora tampoco se sabe sobre el estado de otros planes binacionales en la isla, como una planta de ferro-níquel en Holguín (oriente); la rehabilitación del oleoducto Cienfuegos-Matanzas y la prospección petrolera en aguas profundas del Golfo de México.