Santiago, 19 de enero. Los chilenos de 18 años ya recibieron toda la radiación ultravioleta que deberían haber acumulado a los 60, y en la actual temporada estival el problema se agudiza por la intensificación de los rayos solares en años recientes, lo cual prendió la alarma entre las autoridades y encendió los solmáforos.

En una construcción en Santiago, tras el sonido de un silbato del capataz, entre hierros, cemento y grúas, una veintena de obreros hacen pausa en sus faenas para aplicarse bloqueador solar.

En el hemisferio sur del continente americano, Chile es uno de los países más afectados por los rayos ultravioletas (UV), especialmente en el norte del país, donde el sol azota con dureza todo el año.

La legislación chilena obliga a las empresas a informar diariamente a sus empleados de los índices de radiación UV y les exige proveer objetos de protección, como gorros, gafas y bloqueador solar, cuando se exponen al sol.

Un cartel a la entrada de la obra informa que se registra un nivel extremo de radiación, y Jonathan Fernández, un experto en prevención de riesgos, los insta a sacar la crema protectora de los dispensadores.

Lo importante es crear conciencia en los trabajadores para romper el paradigma de que los bloqueadores solares son para las mujeres y los tiempos de playa, comenta el experto a la Afp.

Normalmente la radiación comienza en diciembre y durante enero alcanza su máximo nivel, pero esta temporada el periodo de máximo peligro se adelantó y la intensidad de los rayos solares aumentó 10 por ciento respecto a 2008. A finales de septiembre notamos que la radiación estaba más alta que años anteriores, explicó Ernesto Gramsch, físico de la Universidad de Santiago, encargado de la Red Nacional de Medición Ultravioleta. Pensamos que una baja cercana al uno por ciento en la densidad (de la capa) del ozono (que protege a la atmósfera de los rayos UV) provocó que los índices aumentaran, explicó.

Esto tiene relación directa con el aumento de casos de cáncer de piel, uno de los principales problemas de salud pública de Chile.

Los solmáforos, que miden los niveles de radiación han sido instalados en varios sitios.