Viernes 27 de enero de 2012, p. 41
El síndrome Guillain Barré es un mal del sistema nervioso periférico que se caracteriza por una debilidad inicial en las extremidades inferiores y luego asciende a manos y brazos. En unos días o semanas puede progresar hasta ocasionar falla respiratoria en los casos más graves.
El sistema nacional de salud no lleva registro del síndrome, pero se sabe que se presentan uno o dos casos por cada 100 mil habitantes. En el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez (INNN), se atienden cada año entre 27 y 32 personas afectadas por este mal, afirmó el neurólogo Steven Vargas, adscrito al INNN.
No se han identificado factores de riesgo que pudieran desencadenar el padecimiento y puede afectar a cualquier persona, sin distinción de edad, sexo o raza.
Algunas veces lo médicos no logran encontrar las causas de las enfermedades, sobre todo cuando se trata de infecciones virales que pueden provocar fallas en el sistema inmunológico (de defensas) del organismo y éstas a su vez, daños a nivel del cerebro, que en ocasiones son irreversibles.
No es el caso del síndrome Guillain Barré, cuyo diagnóstico preciso se realiza desde la década de los 80 y, con las herramientas disponibles a partir de los años 90, en la actualidad es difícil tener duda sobre la naturaleza del padecimiento.
Generalmente el síndrome Guillain Barré no es causa de muerte. Se puede curar, aunque sí puede ocurrir en 30 a 40 por ciento de los pacientes que queden algunas secuelas como déficit neurológico, debilidad de manos o dificultades para caminar.
Esta enfermedad ha sido asociada también con la aplicación de la vacuna contra influenza.
En epidemias de influenza, cuando aumenta la cantidad de personas vacunadas, se ha visto que también sube la frecuencia de Guillain Barré. Sin embargo, no hay datos concluyentes.