París, 8 de febrero. En Europa del Este al menos un futbolista por equipo es víctima de violencia física o moral, refiere un informe del FIFpro (el sindicato mundial de futbolistas profesionales), que lanzó un grito de alarma sobre la situación.

El 15 por ciento de los jugadores tuvieron que entrenar solos (separados del resto del equipo); 11.7 fueron víctimas de violencia (en 33 por ciento de los casos, provocada por su club) y 10.2 por ciento de ellos fueron víctimas de intimidación y acoso, según el informe, disponible en la página fifpro.org

Como media, esto significa que en cada equipo que sale al campo hay al menos un elemento que ha sido víctima de algún tipo de violencia física o mental, asegura el gremio.

El estudio, realizado entre octubre y noviembre de 2011, analiza la situación en 12 países (Bulgaria, Croacia, República Checa, Grecia, Hungría, Kazajstán, Montenegro, Polonia, Rusia, Serbia, Eslovenia y Ucrania).

Según el FIFpro, los jugadores acosados o maltratados se convierten en un blanco vulnerable para la corrupción.

Este libro negro incluye muchos testimonios, como el de Dragisa Pejovic, un serbio de 29 años que estuvo en el club FK Borac Cacak durante seis años.

En ese tiempo hubo muchas veces en las que los jugadores estuvimos obligados a amañar partidos. El que no quería, quedaba excluido del equipo. Jugué así, no por voluntad propia sino porque tenía que hacerlo. Si no lo hubiera hecho no habría tenido un sueldo y no habría podido ayudar a mi familia explica el futbolista.

El año pasado fui víctima de una agresión física del director del club delante de los demás jugadores. También me hicieron chantaje y me engañaron cuando recibí ofertas de otros equipos. No me autorizaron a irme porque esos individuos pedían dinero a cambio. Ahora estoy contento de no ser más un profesional, a pesar de que fui uno de los mejores defensas del campeonato serbio, agrega Pejovic.

Según el informe del FIFpro, la tardanza en pagar los sueldos, muy frecuente en Europa del Este, es un factor que alienta la corrupción.

De los 3 mil 357 futbolistas que colaboraron en nuestra investigación, 41.4 por ciento no reciben el sueldo cuando deberían, según el estudio.

El sindicato subraya que estos jugadores no ganan mucho dinero y sus modestos ingresos no les permiten ser independientes finacieramente.

El crimen organizado opera de manera exponencial en el mundo del deporte. El 11.9 por ciento de los jugadores admitieron que los habían contactado para participar en un juego amañado, establece el informe, el cual precisa que un futbolista que no recibe a tiempo su salario tiene más posibilidades de que lo contacten para manipular un partido.