El Colegio Nacional de Abogados Penalistas, que agrupa en todo el país a unos 3 mil litigantes y juristas especializados en derecho penal, sostuvo que casos como la desaparición del testigo protegido de la Procuraduría General de la República (PGR) identificado con el sobrenombre de Zajed, demuestran que ese programa implementado por los fiscales anticrimen es un verdadero fracaso.

Jorge Reyes Peralta, presidente de esa asociación, sostuvo que los abogados organizados “vemos con preocupación que existe falta de seriedad en las acusaciones que hace la representación social de la Federación, usando a verdaderos delincuentes como testigos protegidos.

Y lo peor es que son testigos de todo, ya que los usan a placer, y más en asuntos que involucran a políticos. Lo vimos en el caso de tres ex gobernadores de Tamaulipas, asunto que tiene a la PGR en el ojo del huracán, ya que casualmente en épocas electorales se agilizan las averiguaciones previas aperturadas años atrás y sustentadas en testigos a la carta.

Añadió que en la práctica a este tipo de testigos les llamamos desprotegidos, dado que los usan para incriminar y posteriormente los desechan. Por ello, cuando son requeridos por los jueces, la Policía Federal Ministerial argumenta que no sabe sobre su paradero.