Alrededor de 14 millones de adultos carecen de bachillerato y el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) no cuenta con presupuesto para atender a ese sector. Por ello, las reformas constitucionales, como la de la obligatoriedad de la educación media superior deben ir acompañadas de fondos, pues no se trata de decir que va a ser obligatoria la preparatoria para todos, si no hay recursos para todos, advirtió el director general de ese organismo, Juan de Dios Castro Muñoz.

Además, subrayó que hay otros 14 millones de trabajadores, de un total de 46 millones que forman la población económicamente activa (PEA) que no tienen primaria ni secundaria.

Aclaró que hay un transitorio en la reforma que da carácter obligatorio al bachillerato, el cual establece que el nuevo mandato constitucional sólo es para las personas en edad de realizar dichos estudios, por lo que para los adultos no está contemplado.

Sin embargo, dijo, no tenemos un presupuesto adicional en el INEA para planes de estudio de preparatoria dirigidos a ese sector. El instituto pasó de 2 mil 100 millones de pesos de presupuesto el año pasado a 2 mil 300 millones de pesos en 2012. “Y habría que ver que no haya recortes, porque si a la mera hora nos dicen ‘te tocó tanto, pero te voy a quitar tanto’, pues no vamos a poder lograr nuestras metas.”

Y agregó: Por supuesto que si nosotros recibimos una instrucción de la Secretaría de Educación Pública, el INEA empieza a construir un modelo para que dé servicios educativos de preparatoria a los adultos; lo haremos, pero requerimos los recursos para construir ese modelo.

Expresó que el rezago educativo de 31 millones de mexicanos –que es el número total de la población de Canadá– y otros 14 millones sin preparatoria se generó desde décadas atrás, porque, según dijo, no había escuelas suficientes.

“Este rezago se va a ir abatiendo poco a poco. Si me dices, ‘en 10 años ya no va a haber rezago’, para empezar, los adultos no tienen ni siquiera la obligación de estudiar. Es decir, la ley obliga al Estado a ofrecer el servicio, pero no obliga a los adultos a tomar el servicio”.

En referencia a los 14 millones de trabajadores sin primaria y secundaria, destacó que México no saldrá adelante si no tiene mexicanos mejor preparados.

Durante la firma de un convenio con la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) en el que esa central se comprometió a crear plazas comunitarias para que sus agremiados terminen la educación básica, el funcionario recordó que 10 millones de mexicanos carecen de primaria, 16 millones no tienen secundaria y 5.3 millones son analfabetas.

Advirtió que es necesario que los estados le bajen a su deserción. De lo contrario, nunca vamos a terminar. Por ejemplo, en 2009, en el estado de México el INEA entregó 33 mil certificados de secundaria, pero 60 mil niños abandonaron estos estudios.