El Dios Tláloc fue benevolente en el tenis para que Daniel Garza y César Ramírez ganaran sus respectivos partidos de singles y dieran a México ventaja de 2-0 sobre los hermanos salvadoreños Rafael y Marcelo Arévalo en la Copa Davis, en la primera ronda del Grupo II de la Zona Americana, ante más de 100 personas en el Deportivo Chapultepec, casa que forjó al más grande del deporte blanco: Rafael Pelón Osuna.

Cuatro horas con 40 minutos requirieron los dos mexicanos para deshacerse de sus incómodos y complicados adversarios, y aunque éstos se encuentran lejos del nivel de los anfitriones, en cuanto a técnica y ranking, les quitaron algunos puntos y un set, luego de que se reprogramaron los partidos de ayer por la mañana para disputarse en la tarde y noche a causa de la fuerte lluvia que se presentó.

Garza, primera raqueta nacional, abrió la serie contra Rafael, en un juego que se definió en 2:40 horas. El regiomontano, quien se ubica arriba de los 300 jugadores del mundo, salió excedido de confianza y estuvo a punto de que le dieran la voltereta al ceder el único set del día, pero ganó por 6-3, 7-5, 6-4 y 6-3, y aunque pidió a gritos al poco público presente con un ¡regáñenme, regáñenme! los espectadores querían que se fuera para que siguiera el partido del Tiburón con el temor de que lloviera y suspendieran el encuentro.

Fue un mal día y se ganó jugando mal. Di el primer punto, pero la velocidad y el cambio de ritmo de Rafael me sacó de ritmo, dijo Garza, de complexión robusta, quien agregó que pese a su actuación, que no le agradó, me siento tranquilo.

El Tiburón Ramírez quería comerse de un bocado a su enemigo. Rompió cinco veces el servicio de Marcelo, en el primero, segundo y tercer set para imponerse 6-1, 6-3 y 6-4. “Estoy contento, fui agresivo y lo resolví lo más pronto posible porque no quería que nos ganara el agua, aseveró el mexicano.