Las organizaciones indígenas que se reunieron en Oaxaca con el precandidato presidencial de los partidos de izquierda: PRD, PT y Movimiento Ciudadano, Andrés Manuel López Obrador, le manifestaron que México tiene una gran deuda con los pueblos indígenas, los cuales han dado al país identidad y cultura. Somos la raíz primera. Nuestros abuelos dieron su sangre, primero, para librarnos de la dominación europea, y después de la tiranía porfirista; sin embargo, hoy seguimos siendo pobres entre los pobres y nos desprecian y discriminan.

Resaltaron: En los pasados 30 años las políticas neoliberales de los malos gobiernos han traído un verdadero desastre: despojo de territorios, pobreza y mucha violencia y atropellos. Ante ese panorama desolador decimos una vez más que los pueblos indígenas somos los herederos y portadores de los valores y principios de convivencia armoniosa con la naturaleza, y que en nuestras comunidades aún se conserva el legado de culturas ancestrales.

Las comunidades indígenas sostienen que es hora de atender la gran deuda que México tiene con sus pueblos indios, de regenerar el país, de refundarlo reconociendo nuestros derechos históricos. Es por ello que los pueblos de Oaxaca y de otras regiones del pluricultural y pluriétnico país llamamos a implantar un pacto con Andrés Manuel López Obrador para traer justicia, bienestar y alegría a nuestra gente.

Plantearon 10 puntos para lograr el cambio que reclaman.

Demandaron que “el gobierno de regeneración nacional ratifique como compromiso irrenunciable cumplir y hacer cumplir los acuerdos de San Andrés Larráinzar sobre derechos y cultura indígenas pactados en 1996; haga efectivo el derecho a la autonomía y a la autodeterminación de los pueblos, por lo cual exigimos sea respetado nuestro derecho a ser consultados, e impulse políticas públicas que favorezcan la defensa de nuestros maíces, la soberanía alimentaria y la economía campesina, evitando la siembra de transgénicos.

Ante el desastre ambiental es urgente crear planes de manejo local de riegos comunitarios y un fondo federal administrado por las organizaciones campesinas y comunidades indígenas para enfrentar contingencias ambientales para prevenir y mitigar siniestros; aplicar leyes y convenios internacionales de defensa de los derechos colectivos de nuestros pueblos y comunidades, y se deberá reconocer que la migración es resultado de las políticas de los malos gobiernos que han estado al servicio de los intereses extranjeros.