Desde mayo próximo, todos los presuntos delincuentes acusados de ilícitos federales serán internados en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) de Papantla, Veracruz, donde serán analizados con el propósito de clasificar su peligrosidad; además, antes de que cumplan su sentencia y sean liberados pasarán una última fase de readaptación social en las Islas Marías, informaron funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal.

La dependencia que dirige Genaro García Luna ha estructurado estas acciones como parte de la estrategia de control penitenciario y para ello, supuestamente, desde principios de 2011 la SSP federal firmó un convenio con los gobiernos estatales con la finalidad de que ya no acepten a presuntos responsables de delitos federales.

Antes de que se inicien los procesos ante un juez, las autoridades locales deben negar el ingreso de los indiciados en las prisiones locales.

Presuntamente, indicaron las fuentes consultadas, existen entidades federativas, como Morelos y Nuevo León, que hasta hace unas semanas todavía aceptaban a indiciados federales, pero esto ya no será posible porque el Cefereso de Papantla –que cuenta con el primer módulo de supermáxima (sic) seguridad–, se convertirá en el Centro Nacional de Observación y Clasificación de la SSP federal, y será el acceso al sistema penitenciario de todos los presuntos delincuentes que estén acusados de delitos federales.

La puerta de salida serán las Islas Marías, cuando se garantice el cumplimiento de los procesos de reinserción, declaró el subsecretario Patricio Patiño durante una entrevista radiofónica en la que presentó un balance sobre el sistema penitenciario federal.

En el Cefereso de Papantla se clasificará a los internos de acuerdo con su perfil de peligrosidad y los grados de riesgo, y ahí se determinará el tratamiento penitenciario a seguir.

Estas acciones forman parte de la estrategia aplicada por la SSP federal para que los acusados de delitos federales estén en prisiones de ese tipo, como el del Altiplano (en Almoloya de Juárez, estado de México); Occidente (en Puente Grande, Jalisco); El Rincón (en Tepic, Nayarit), Villa Aldama (en Veracruz) y Noreste (en Matamoros, Tamaulipas), más los nuevos penales que se pondrán en operación, en Coahuila y Papantla.