Detuvo inversión por 400 mdd, pues no le autorizaron concesiones en la banda de 2.5 Ghz
Jueves 8 de marzo de 2012, p. 31
El presidente de Comunicaciones de Multivisión (MVS), Ernesto Vargas, declaró que MVS es una empresa de mexicanos que ha cumplido con su responsabilidad de invertir, pero que no ha podido concretar uno de los proyectos más importantes, porque las autoridades del país no le han refrendado las concesiones en la banda de 2.5 gigahercios (Ghz), que se usan para servicios de telecomunicaciones móviles.
Vargas y el vicepresidente de Comunicaciones, José Antonio Abad, responsabilizaron a Televisa de interferir para que le sean negados los refrendos en busca de inhibir la competencia en uno de los segmentos más valiosos del mercado.
MVS tiene en su poder un documento en el que Cablevisión, de Televisa, manifestó su interés al entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuenzler, por participar en la banda de 2.5Ghz e hizo una serie de señalamientos y sugerencias sobre vencimientos, refrendos, multas y acciones que debía atender la autoridad para disponer de esa banda.
Televisa niega haber influido
Televisa negó que haya iniciado algún procedimiento legal en contra de Multivisión y el refrendo de sus concesiones en la banda de 2.5 gigahercios. Señaló que su preocupación
estriba en la necesidad de que México no se rezague en la tendencia mundial de las telecomunicaciones y afirmó que si tres secretarios de Hacienda, tres secretarios de Comunicaciones y dos presidentes de la Cofetel no han autorizado las prórrogas para MVS se debe a que su proyecto viola disposiciones legales, incluso de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En respuesta a un desplegado publicado ayer por MVS en el que acusa a Televisa de inhibir la competencia y de haber intervenido ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y a la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) para pedir la reasignación de concesiones de las que MVS es titular, Televisa señaló que su interés en el reordenamiento de la banda de 2.5 Ghz consiste en que se cumplan las recomendaciones de la Unión Internacional de Comunicaciones (UIT) para que haya más competidores y no monopolios como el que MVS quiere formar
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Televisa argumentó que si en todo el sexenio no ha habido funcionario público que autorice el proyecto de Banda Ancha para Todos de MVS se debe a que violenta la normatividad nacional, incluidas varias decisiones de la Suprema Corte; evade varias recomendaciones de organismos internacionales; niega que los mexicanos reciban un pago justo por el uso de la mayor cantidad de un bien de dominio público que tenga cualquier operador de telecomunicaciones en México
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Por la tarde, MVS reaccionó a la respuesta de Televisa y dijo que la empresa de Emilio Azcárraga miente, ya que a través de Cablevisión ha actuado para obstruir la competencia, al promover ante el gobierno federal que no se renueven las concesiones.
La empresa que preside Joaquín Vargas argumentó que además de esa solicitud, ante la pérdida de mercado que han tenido en tv restringida, han promovido diversos recursos jurídicos para eliminar a Dish México del mercado, con lo que pretenden que sus abogados suplan sus deficiencias como empresarios. En materia de negocios, Televisa sólo es exitosa cuando navega en las turbias aguas del monopolio
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Ernesto Vargas y José Antonio Abad precisaron que MVS no está fuera de la legalidad, que tampoco se niega a pagar la contraprestación que fije la Secretaría de Hacienda por el refrendo de concesiones y la ampliación de servicios; lo único que MVS pide, puntualizó Vargas, es que sea un pago acorde con la economía mexicana y no estimado en relación con economías extranjeras de mayor ingreso per cápita.
Destacó que la incertidumbre jurídica que ha generado la negativa de las autoridades mexicanas a refrendar sus concesiones obligó a MVS a detener una inversión de 400 millones de dólares para desarrollar el proyecto 2.5 Banda Ancha para Todos, que funcionaría a través de un consorcio integrado por Intel, Alestra y Clearwire. Además, en un esquema de democratizar
el espectro y la inversión, habría un rector del consorcio que decidiría la entrada de interesados en usar la banda que desarrollarían estos inversionistas.