Viernes 9 de marzo de 2012, p. 18
Del universo de migrantes que son deportados o voluntariamente retornan al país después de permanecer en Estados Unidos –que de acuerdo con las encuestas más recientes se acercan al millón de personas en los pasados cinco años–, 35 por ciento consigue trabajos de apenas un salario mínimo, mientras cuatro de cada 10 terminan empleándose en el comercio informal.
De acuerdo con especialistas que participan en el Foro Las nuevas tendencias de los flujos migratorios regionales: Centroamérica- México-Estados Unidos, 80 por ciento de los repatriados se encuentran en edad productiva, y de ellos la mitad se contratan en el campo. Sólo 5 por ciento de los que regresan a México cuentan con ahorros suficientes para iniciar un negocio.
Aumentará el éxodo
De acuerdo con Jeffrey Passel, demógrafo del Centro Hispánico Pew, y René Zenteno, investigador de El Colegio de la Frontera Norte, se prevé que en el futuro cercano se incremente la migración hacia Estados Unidos, debido a la recuperación económica en aquel país, aunque no necesariamente de mano de obra mexicana ni en las dimensiones que el flujo de migrantes tuvo en los años 90. Con todo, se estima que el número de mexicanos indocumentados en Estados Unidos asciende a 11.2 millones.
Respecto a estas cifras, ambos externaron su preocupación por el creciente fenómeno de la desintegración familiar, ya que hay 10.6 familias con 3.6 millones de menores de edad que tienen por nacimiento la nacionalidad estadunidenses y que tienen al menos un familiar indocumentado, generalmente los padres.
Al inaugurar el seminario organizado por El Colegio de la Frontera Norte, el Instituto Tecnológico Autónomo de México y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, el subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Gustavo Mohar, sostuvo que el número de mexicanos que emigeran a Estados Unidos sea menor al de los que retornan al país no puede explicarse únicamente por las acciones restriccionistas y punitivas
de la Patrulla Fronteriza sino por realidades más puntuales como la recesión económica en aquel país, especialmente en aquellos sectores que solían ocupar la mano de obra mexicana.
Otro aspecto, reconoció, es el de la violencia y la inseguridad en México, toda vez que hoy es más difícil cruzar el territorio nacional en razón de la presencia de organizaciones del crimen organizado.