El nuevo decreto no habla de mejorar sus condiciones de vida
Viernes 9 de marzo de 2012, p. 42
De las 10 mil 619 mujeres que forman parte de la población penitenciaria en el país, cerca de 30 por ciento han sido condenadas por delitos vinculados al tráfico de drogas. Se trata de un sector muy olvidado
, asegura Elena Azaola, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
Muchas de las familias con mujeres internas en centros de rehabilitación social “con frecuencia dejan de visitarlas, pero sobre todo se trata, en muchos de los casos, de mujeres en contextos de vulnerabilidad.
En el caso de quienes son acusadas de tráfico de sustancias ilícitas, en su mayoría, no forman parte de la delincuencia organizada
, asegura.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Seguridad Pública federal, 4.6 por ciento de quienes se encuentran en los centros penitenciarios del país, tanto federales como estatales, son mujeres. De ellas, 5 mil 380 están procesadas, mientras otras 5 mil 239 han sido sentenciadas. Por tipo de acusaciones, 7 mil 650 mujeres enfrentan un juicio por delitos del fuero común, mientras 2 mil 969 por faltas del fuero federal.
Azaola, especialista en antropología jurídica y derechos humanos, enfatizó que miles de mujeres viven en prisión acusadas de delitos graves, como tráfico de drogas, lo cual ha llevado a indígenas de la tercera edad a perder su libertad, aunque poco o nada sabían de que estaban cometiendo un delito
, ya que en la gran mayoría de los casos fueron usadas para llevar pequeñas cantidades de sustancias prohíbidas, sin siquiera saber qué era lo que transportaban.
Destacó que esta población también enfrenta necesidades y requerimientos específicos.
Recientemente, destacó, el presidente Felipe Calderón firmó un decreto que permite a las internas tener dentro de los centros penitenciarios a sus hijos hasta que cumplan seis años de edad; no obstante, subrayó, nada se dice sobre las condiciones que enfrentan en el interior de los penales ni si son adecuados para que los niños vivan ahí
.
Una de las principales demandas de las mujeres en prisión es que aquellas que son madres puedan tener cerca a sus hijos, pero la propuesta presidencial nada dice sobre mejorar sus condiciones de vida. Entonces, ¿con qué recursos e infraestructura podrán tener a sus hijos con ellas?
, concluyó.