Las jugadoras salen de los llanos donde cada semana practican futbol sin mayores pretensiones y terminan enfundadas en camisetas verdes. Así, contó Leonardo Cuéllar, encargado de las selecciones femeniles, se integran en las divisiones menores los equipos nacionales de mujeres en México. Esos que luego deben competir contra potencias como Estados Unidos y Canadá, donde las estructuras permiten que las chicas se dediquen completamente a este deporte.

No es excusa, advirtió Leo Cuéllar durante el regreso del Tri femenil Sub-20 que clasificó al Mundial Japón 2012. Las jóvenes –que consiguieron el boleto al golear 5-0 a Panamá en el duelo por el tercer lugar– saben que en ellas recaen muchas esperanzas que se cayeron cuando la selección mayor quedó fuera del Preolímpico de Vancouver.

No sólo van a buscar un buen resultado al Mundial, sino que ellas representan el futuro de la selección mexicana, dijo Cuéllar. Clasificar nos da la oportunidad de dar continuidad al programa.

Las seleccionadas Sub-20 están convencidas de que pueden tener una actuación histórica. Nayeli Rangel plantea mejorar la participación nacional en el Mundial pasado de la categoría, en Alemania 2010, donde avanzaron a cuartos de final. Este resultado las convirtió en las primeras mexicanas que superan la primera ronda en una competencia de la Federación Internacional de Futbol Asociado.

Si hace dos años lo hicimos, ¿por qué en este no?, se pregunta Nayeli.

Cuéllar, sin embargo, muestra cautela con el desarrollo del talento de estas jugadoras. Explica que cuando integran al seleccionado mayor es donde se hace notoria la distancia insalvable entre el futbol femenil mexicano y el sistema de integración, estímulos y competencia en Estados Unidos y Canadá.

Estados Unidos –explica– tiene a 25 o 30 jugadoras que se dedican de tiempo completo al futbol porque ya se graduaron. Aquí, en México, debemos lidiar con las otras responsabilidades que tienen las seleccionadas, porque todavía están en la escuela o porque trabajan o se casan.

Salvo unas pocas, no tenemos jugadoras que sólo se dediquen a este deporte, comenta. Por eso admitió que después de la eliminación de la selección mayor en el Preolímpico, las esperanzas se centran en la Sub-20.