Una estudiante de bachillerato de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) resultó lesionada por una bala cuando uno de sus compañeros disparó un arma de fuego que traía en su mochila.

El accidente ocurrió la mañana de este martes en el plantel, ubicado en el municipio de Escuinapa. Al parecer el adolescente –cuya identidad no se dio a conocer– sacó el arma y se puso a limpiarla delante de un grupo de compañeros que esperaban al profesor en el salón de clases.

La pistola calibre 45, cargada, resbaló de las manos del muchacho y al caer disparó un proyectil que hirió en la cabeza a Sonia Ramírez Hernández, de 17 años. El agresor huyó, pero después de que se iniciaron las indagatorias fue detenido.

Elementos de la Cruz Roja acudieron a la escuela y trasladaron de inmediato a la joven lesionada a una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social en Mazatlán, donde la operaron y se reportó que se encuentra estable.

La rectoría de la UAS anunció que emitirá un boletín para informar sobre la situación de la estudiante herida y las condiciones en que ocurrió el incidente en la preparatoria Escuinapa.

Mientras, el secretario académico en la zona sur de la UAS, Giova Camacho Castro, indicó que la institución cubrió los gastos médicos con el seguro escolar y anunció que se revisarán las mochilas de los alumnos.

En Morelia, Michoacán, un alumno de cuarto de primaria de la escuela Héroes de Nacozari amagó con un arma de fuego a sus compañeros de clase, a quienes despojó de dinero y de sus desayunos, informaron los profesores Antonio Chávez y Mariela Arroyo.

La maestra Mariela Arroyo dijo que, según los alumnos afectados, su compañero sacó una pistola de su mochila, los encañonó y les quitó sus pertenencias. Por miedo, no dijeron nada a los profesores, pero algunos lo comentaron días después a sus mamás, quienes fueron a reclamar a la directora.

Llamaron al padre del niño que portaba el arma, quien les mostró una pistola de juguete. Los compañeros de clase aseguraron que no era la misma, ya que la otra era de metal y olía a pólvora. La directora advirtió al padre de familia, guardia de seguridad privada, que su hijo sería expulsado de la escuela si volvía a llevar el juguete.