El Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria necesita un rescate urgente para poder mantener su ayuda a los países con mayores problemas a causa de estas enfermedades, advirtió Jorge Saavedra, integrante de la organización internacional AIDS Health Care Foundation.

Para cada padecimiento existen métodos terapéuticos comprobados que lo controlan y además son útiles en la reducción de su transmisión. Por eso, señaló, durante la cumbre del G-20 los países miembros tendrían que abordar el tema de la crisis financiera que aqueja al fondo, la cual lo obligó en noviembre a recortar los apoyos a varias naciones, México entre ellas.

En una carta dirigida al presidente Felipe Calderón, el activista le solicita su intervención con la finalidad de que en la cumbre de Los Cabos, a efectuarse el próximo mes de junio, los jefes de Estado tomen una decisión, principalmente reanudar e incrementar sus aportaciones económicas al fondo.

El organismo se creó en 2002 como una alternativa para impulsar los programas de salud, preventivos y curativos de las tres enfermedades que más estragos han causado a la población mundial.

De acuerdo con información de su página de Internet, el fondo ha distribuido 22 mil 600 millones de dólares en 150 países para apoyar programas de prevención, tratamiento y atención contra los tres males.

Durante los ocho años previos, los recursos económicos aumentaron de manera sustancial y se demostró que con ese dinero se lograron modificar las curvas de los males. Las nuevas infecciones por VIH/sida van a la baja en muchos países afectados y cada vez más naciones se plantean la meta de eliminar la malaria de sus territorios. Asimismo, el mundo está en camino de disminuir a la mitad la mortalidad por tuberculosis en el periodo de 1990 a 2015.

Los mismos datos señalan que el fondo se convirtió en la principal fuente de financiamiento multilateral en salud. Del total de recursos disponibles, dos tercios los destina a la lucha contra la tuberculosis y la malaria (paludismo) y una quinta parte al sida. También financia el fortalecimiento de los sistemas de salud.

Jorge Saavedra recordó en la carta enviada a Calderón que derivado de la crisis financiera global, la mayoría de los países donantes al fondo dejaron de incrementar sus participaciones y en algunos casos las han retenido, retrasado u olvidado.

De ahí la decisión del organismo internacional de recortar algunos de los apoyos económicos. En una reunión efectuada en noviembre de 2011, canceló más de 900 millones de dólares en recursos ya comprometidos a China, Rusia, Argentina, Brasil y México. El monto formaba parte del financiamiento de 2012.

Aunque el organismo inició una estrategia para mejorar su eficacia en la ayuda a las naciones y algunos donantes, como Estados Unidos, Suecia, Arabia Saudita y la fundación Gates han ofrecido recursos adicionales, siguen siendo insuficientes. De ahí la importancia de que el tema se ventile en la cumbre del G-20.