Nuakchot, 17 de marzo. El coronel Abdalá Senusi, jefe de Inteligencia del derrocado gobierno libio de Muammar Kadafi y buscado por la Corte Penal Internacional (CPI), fue arrestado la noche del viernes al sábado en el aeropuerto de la capital de Mauritania, Nuakchot, tras desembarcar de un vuelo proveniente de Casablanca, Marruecos, informó una fuente de la seguridad local.

Después de su arresto no sólo la CPI reclamó a Mauritania que fuera enviado a La Haya (Holanda) para ser juzgado por crímenes durante la revuelta en Libia del año pasado. También el actual régimen libio del llamado Consejo Nacional de Transición (CNT) y Francia adelantaron que pedirán su extradición.

Senusi, cuñado y uno de los hombres más cercano a Kadafi, fue detenido por los servicios mauritanos de seguridad a su llegada al país portando un pasaporte falso de Malí. El ministerio mauritano de Relaciones Exteriores nos confirmó la detención de Senusi, dijo un portavoz a la prensa, y que el detenido fue conducido a la sede de la Seguridad del Estado.

Mauritania anunció que hará una investigación sobre Senusi antes de examinar cualquier eventual pedido de extradición del militar. Mauritania se asociará a la Interpol en una investigación en curso sobre Senusi y apenas al término de esa investigación el gobierno examinará eventuales pedidos de extradición presentados por Libia u otros países, informó la policía.

Las autoridades libias anunciaron que pedirán la extradición de Senusi, coronel de 62 años que integraba el círculo más próximo de Kadafi. El gobierno libio está listo para recibir a Abdlá Senusi, a mantenerlo detenido en una prisión libia y a someterlo a un juicio justo, subrayó el el vocero del gobierno, Salah Manaa.

El presidente francés, Nicolás Sarkozy, quien expresó su fuerte alegría por la detención del ex responsable de los servicios de inteligencia libios, también adelantó que Francia pedirá la extradición de Senusi, condenado a reclusión perpetua por el atentado del 19 de septiembre de 1989 contra el vuelo UTA 772 que pasaba sobre Níger, en el que murieron 170 personas, incluyendo 54 franceses.

La asociación de familiares de las víctimas de ese atentado estimó que Francia tenía la ventaja de la anterioridad sobre la CPI y Libia.

La CPI, presionada por las potencias occidentales que intervinieron militarmente para la caída de Kadafi, había emitido un mandato de arresto contra Senusi en junio de 2011, acusándolo de haber cometido asesinatos y persecuciones de civiles que constituyeron crímenes de lesa humanidad.