Las iglesias no católicas registran un avance sin precedente y se multiplican lo mismo en comunidades rurales que urbanas, con énfasis en la población femenina.

En el siglo XIX, menos de uno por ciento de la población tenía una religión distinta a la católica o no tenía una creencia; actualmente este indicador se ubica en 15 por ciento, de acuerdo con los datos más recientes emitidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Secretaría de Gobernación.

El auge de las asociaciones identificadas como evangélicas o protestantes, entre otras denominaciones, contrasta con el estancamiento de la Iglesia católica, especialmente en lo que se refiere a ministros de culto.

México tiene una población total de 112.3 millones de personas (censo de 2010); Gobernación tiene registradas hasta ahora 7 mil 688 asociaciones religiosas y, en conjunto, a casi 70 mil ministros de culto.

De este total, la mayoría son católicas y poco más de 4 mil de otras tradiciones religiosas.

Según el Inegi, durante el censo de 2010, 92.9 millones de habitantes de México dijeron profesar la religión católica; 8.3 millones se ubicaba en algún grupo clasificado como protestante, pentecostal, cristiano o evangélico.

De igual forma, 2.5 millones dijeron ser parte de un grupo bíblico diferente a la evangélica como los Adventistas del Séptimo Día (con 661 mil 878 integrantes); mormones (314 mil 932) y Testigos de Jehová 1.5 millones. Sin religión se dijeron 5.2 millones de mexicanos.

El Inegi y Gobernación clasifican asimismo otras expresiones también en crecimiento en nuestro país: origen asiático, 18 mil 185 personas; judaica, 67 mil 476; islámica, 3 mil 760; raíces étnicas, 27 mil 839; espiritualista, 35 mil 995; otras religiones, 19 mil 639, y no especificado, 3 millones 52 mil 509.

Este panorama deriva también en características sociales propias de cada grupo. Por ejemplo, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) tiene a la mayor parte de sus integrantes en localidades que superan los 100 mil habitantes, cuyo promedio de escolaridad es de 11 años, dos más que en la católica y, en general, 24.7 por ciento no tiene concluida la instrucción básica.

En contraste, 42.5 por ciento de los católicos no ha terminado ese nivel educativo. Con base en este indicador, la población con mayor nivel de escolaridad está en la religión judaica y el más bajo en los Adventistas del Séptimo Día. De igual forma, hay más analfabetos en esa denominación y tiene la tasa de natalidad más alta.

En la católica, la población femenina de 15 a 49 años registra un promedio de 1.7 hijos nacidos vivos, el mismo rango de la media nacional. De este grupo, 5.2 millones hablan una lengua indígena y casi 800 mil no hablan español.

En el Distrito Federal, por mencionar una entidad, de una población de 8.8 millones, donde el promedio de escolaridad es de 11 años y la fecundidad es de 1.3, se declararon católicos 7.2 millones; 476 mil cristianos, 121 mil bíblicos, 484 mil 83 sin religión y 428 mil 622 no especificado.

La Iglesia católica tiene registradas 3 mil 223 asociaciones religiosas, mientras que los protestantes, evangélicos y cristianos tienen, en conjunto, 4 mil 328 asociaciones y 41 mil 133 ministros de culto.

Consultado al respecto, el arzobispo de Yucatán, Emilio Berlié, minimizó el crecimiento de los ministros de culto de las denominaciones distintas a la católica: Yo estudié sociología (y las estadísticas) son relativas. Por ejemplo, tú tienes 500 personas, auméntales 50 personas y ya tienen 10 por ciento más; tú tienes 50 mil, auméntales 500, sube uno por ciento.

En las otras asociaciones, añadió, hay más ministros de culto registrados porque no tienen ni de lejos las exigencias de la Iglesia católica; nosotros terminando el bachillerato al menos son siete años más de preparación.