Papantla, Ver., 20 de marzo. Luego de un rato de no pisar los escenarios, Café Tacvba volvió para desbocar el lunes el Nicho de la Música en la 13 edición de Cumbre Tajín, con un concierto refulgente en prácticamente todos los lados del foro, con el llamado festivo/envolvente ¡paparapá ueueueoooh!, ¡paparapá ueueueoooh!, que sonó en todos los rincones del parque Takilhsukut, así como el mensaje llano, pero indiscutible de Rubén Albarrán: “Ni el narco ni la clase política harán que nos sintamos mal”.

La tercera noche musical comenzó con los tambores y cantos de Tribu, que, en su paso por el escenario de Cumbre Tajín, mostró sus fuertes argumentos musicales extraídos de sus instrumentos antiguos y de melodías ancestrales, fusionando tradición indígena y modernidad, haciendo latir al unísono los corazones de los 20 mil asistentes.

El público aprovechó la pausa para lanzar el grito: ¡paparapá ueueueoooh!, ¡paparapá ueueueoooh!, con la esperanza de que ya saliera Café Tacvba, pero no fue así y tuvo que esperar.

Después llegó el turno de los Rayo Backs, a los que únicamente les festejaron las primeras canciones de sus deconstrucciones/reversiones musicales, pero terminaron hartando al respetable, que no les prestó demasiada atención luego de dos temas que, lejos de ser una propuesta seria, fueron una especie de broma bien hecha, que de tanto repetirla se vuelve mala.

Jesse Cook enderezó la nave

El que enderezó la nave fue Jesse Cook, quien, guitarra en mano, brindó una selección de sus temas de raíces flamencas/clásicas, resguardado por un piano y percusiones.

Comenzó con algunos temas de su disco más reciente, The Rumba Foundation, que fueron bien recibidos por el público, al que el músico expresó: Hola México, soy de Canadá, no hablo bien el español, pero quiero decir que estoy contento de estar aquí, en Cumbre Tajín, un lugar mágico. Manolo’s Lament, Gaita y La rumba del jefe, entre las piezas destacadas.

Luego tocó el turno a la española Bebe, quien sorprendió con su sensualidad, irreverencia y desparpajo. Abrió su participación con Busco-me y al terminar la pieza sin más dijo: ¡Buenas noches, chingones! Hace mucho tiempo que no tocamos por aquí,; me fui, pero ahora regresé, y soltó Me fui.

El sinuoso y sugerente deambular de Bebe por el escenario fue mirado por 40 mil ojos, atentos a todas las provocaciones de la española.

Volvió a dirigirse al público: Seguro unos vienen de aquí, otros de allá y todos nos juntamos aquí en El Tajín, donde mandan los abuelos. Continuó con los temas Con mis manos, La bicha y Mi guapo.

La música y las lúbricas palabras de Bebe no daban reposo a la mente de los asistentes: Hembras, rozaos con los machos... o con otras hembras, cada uno con quien quiera, porque el roce es el cariño.

Llegaron también Ska de la Tierra, K.I.E.R.E.M.E., su mega éxito Malo y Qué carajo. Para ese momento algunos sectores del público comenzaron a corear ¡paparapá ueueueoooh!, ¡paparapá ueueueoooh! Bebe salió y preguntó: ¿Qué me cantaís?, que no les entiendo, y el coro menguó. Bebe continuó su sensual presentación con Los olvidos y 7 horas.

La española abandonó el escenario y resurgió el grito ¡paparapá ueueueoooh!, ¡paparapá ueueueoooh! con más fuerza, pero regresó y los gritos volvieron a ahogarse. Siguió con el tema Escuece y terminó con Pa’mi casa. Salvo algunos momentos, el público ovacionó a la artista. Ella dijo: Gracias, mis cabrones.

El ¡paparapá ueueueoooh!, ¡paparapá ueueueoooh! alcanzó su culminación cuando Meme, Rubén, Joselo y Enrique aparecieron en el escenario. Hubo quienes en busca de la mejor posición se encaramaron en los árboles. El ambiente era inmejorable. Comenzaron con El baile y el salón, para después ir a la vena sentimental de los presentes con Mediodía, Eres y Cómo te extraño.

Después ofrecieron un tributo a Hello Seahorse, Porter, Quiero Club, Plastilina Mosh, Kinky, Zoé y Bostich, con un popurrí de las canciones de esas bandas.

Llegó el saludo de Rubén: Estamos a todísima madre, contentos y agradecidos de estar aquí en Cumbre Tajín. Esperamos que se la pasen chingón. Saludamos al Consejo Supremo de Ancianos, a los espíritus del lugar y a los pueblos indios que guardan el conocimiento de los seres vivos, que los mestizos hemos perdido.

El desquiciado público siguió celebrando la actuación de Café Tacvba, que interpretó Siguieron persianas, Las flores, Ingrata, Cero y uno, Ciclón y Locomotora. El ambiente óptimo, sin desperdicio.

Llegaron nueve temas más, entre los que se escucharon No controles, Déjate caer, Chica banda y Bar Tacuba. Aunque al final, después de hacer el recuento, muchos no quedaron satisfechos del todo por la gran cantidad de cóvers, una cuarta parte de los que tocó Café Tacvba.