Miércoles 28 de marzo de 2012, p. 30
Wolfsburg. El escándalo de corrupción y sexo que sacudió al gigante automotriz alemán Volkswagen en 2005 regresó a los tribunales alemanes, al abrirse hoy un juicio por complicidad en malversación de fondos a la amante brasileña del ex presidente del comité de empresa. Adriana Barros, de 47 años, es acusada de haberse embolsado cerca de 250 mil euros de Volkswagen mediante facturas ficticias y sin contraprestación alguna. Asimismo, se le imputa haber pagado vuelos, estadías en hoteles y cursos de idiomas con dinero de la empresa por unos 100 mil euros. Barros era amante de Klaus Volkert, ex presidente del comité de empresa de VW, el poderoso órgano de representación de trabajadores y empleados, condenado a una pena de cárcel por haber utilizado fondos de la automotriz para pagar prostitutas y viajes de placer. Volkert recibió 2 millones de euros oficialmente del Departamento de Recursos Humanos de VW, cuyo titular en aquel entonces, Peter Hartz, también fue condenado a una pena de prisión en suspenso y el pago de más de medio millón de euros (730 mil dólares). Hartz reconoció en su momento que autorizó el pago de bonificaciones extraordinarias a Volkert para condicionar las decisiones del comité de empresa.