Panistas se preguntan: ¿qué hacer con Wallace?
El conflicto apenas empieza
urante la semana que pasó, en Acción Nacional de esta ciudad la militancia azul se llenó de inquietudes y de una pregunta: ¿qué vamos a hacer con la señora Wallace?
Los análisis de todas partes señalan que la candidatura de la dueña de buena parte de los anuncios espectaculares que se miran en el DF no va a ningún lado. Por el contrario, según las mediciones, ha ido restando presencia azul entre la gente del Distrito Federal y los resultados son cada vez más desalentadores para la causa panista.
Es más, ya hubo quienes en semanas recientes exigieron que se replanteara la candidatura y se tratara de buscar alguna alternativa que pudiera ser más atractiva que lo que propone la señora Wallace, quien por lo pronto no acepta jugar con las cartas de los panistas. Hay quien dice que hasta reniega del partido.
Pero digan lo que digan los panistas, el asunto es que la candidata no quiere cargar con la mala fama de los azules en esta ciudad. Jugar con ellos, dicen en el equipo de la dama, sería tanto como votar contra nosotros mismos
, y para sostener su dicho aseguran que hay mediciones que muestran el rechazo de los citadinos a todo lo que huela a los azules.
De esa forma, los estrategas que hablan al oído de Wallace recomiendan que se aleje lo más posible de los panistas, pero en el partido las mediciones van en contra, porque advierten que la mala candidatura
irá necesariamente en contra de Josefina Vázquez Mota, quien necesitaría mayor fuerza electoral en el DF para ganar la elección presidencial.
Ese fue el argumento de mayor peso para que la cúpula panista se sentara a analizar otra vez la decisión de ir con Wallace, lo que legalmente, a estas alturas, parece ya no tener remedio. Por ello se piensa en imponer una nueva estrategia a la candidata, la cual sería, advierten, para empezar, que un grupo importante de azules se sumara a la campaña de la aspirante, cosa que hasta ahora Wallace no acepta del todo.
Es más, se dice que Vázquez Mota ha tenido que intervenir directamente para tratar de poner en claro la idea de que por más que la candidatura sea ciudadana
de toda formas la debe a los azules, quienes le cobran la factura por adelantado y le pretenden imponer todo el trabajo de campaña desde la sede panista.
El conflicto, entonces, apenas empieza. Parece que Wallace ya hizo compromisos con Vázquez Mota y permitirá mayor injerencia de los panistas en su campaña, aunque seguirá manifestando que el costo de esa decisión anula las posibilidades de que la gente considere que el PAN en el DF contenderá con una candidatura ciudadana, y tiene razón.
Y para resolver qué hacer con Wallace, que no da color, los panistas opuestos a ella argumentan que la candidatura no tiene remedio y que lo mejor es vaciar recursos en las posibilidades de mantener las delegaciones que hoy se tienen, y si es posible ganar alguna más, pero no seguir desperdiciando esfuerzos en una postulación que no va a ningún lado. El conflicto apenas empieza. Vamos a ver qué pasa.
De pasadita
Nadie se explica qué personajes de influencia manejan el tránsito en la calle Medellín. Resulta que todas las grúas, que sin piedad se llevan cualquier automóvil estacionado en lugar prohibido, toleran los camiones y coches que han hecho de las laterales de esta calle su estacionamiento.
El ejemplo más claro es el de un taller para la compostura de automóviles que sin contemplación hace arreglos en plena calle, fuera del local. Frena el flujo de la vía, que en la esquina de Baja California y Medellín se vuelve nudo, mientras las feroces grúas pasan y pasan y no los ven. Peor, no hay quién ponga orden. Ni modo.