Vicente Fox, ex presidente de México que en 2000 fue el artífice de la derrota del régimen de siete décadas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), dio a entender que preferiría un triunfo aplastante de ese partido en julio, antes que una victoria débil de su propia fuerza política.

Mi posición es, número uno, que salga un liderazgo fuerte. Y quizás estamos por ver algo no visto en México en 18 años y en tres elecciones: que alguien llegue a 50 por ciento, dijo Fox, en un encuentro con medios extranjeros.

Yo no digo que quien va a ganar lo hará con ese nivel, pero, al final, mi punto es que necesitamos liderazgo, agregó el ex mandatario de 69 años, miembro del Partido Acción Nacional (PAN).

Los sondeos actuales sobre intención de voto en los comicios del primero de julio ubican al priísta Enrique Peña Nieto como amplio favorito, con porcentajes que superan 40 por ciento y que en algunos casos están por encima de 50.

El aspirante del PRI le lleva hasta más de 20 puntos de ventaja a la oficialista Josefina Vázquez Mota, que pertenece al PAN como Fox y el actual presidente, Felipe Calderón.

Aunque no lo quiso decir expresamente, Fox insinuó que sería mejor una victoria del PRI con carro completo, es decir, con mayoría absoluta en el Congreso y fuerte presencia regional, que un triunfo de Vázquez Mota con la tercera parte de los votos sin control de las cámaras legislativas.

Desde las elecciones intermedias de 1997 ningún presidente ha tenido mayoría absoluta en el Congreso.

Es frustrante. Tres sexenios de no poder llegar a los acuerdos necesarios para el país, no poder lograr mayorías, no poder tomar decisiones que urgen, dijo Fox. El país ya no aguanta un cuarto sexenio en la misma circunstancia.

Los analistas políticos estiman que el PRI no sólo podría recuperar la Presidencia, sino también el control del Congreso y aumentar su número actual de 19 gobernaciones de las 32 de México.

Yo prefiero que el que gane, y ojalá fuera Josefina, lo haga con suficiente respaldo ciudadano y liderazgo, expresó Fox. De esa manera, consideró, se podría lograr una reducción de la violencia y sacar adelante reformas estructurales.

Fox, que cuando era candidato dijo que aplastaría al PRI como a las víboras y que tuvo un final controvertido por acusaciones de fraude en favor de Calderón, ha dado su apoyo a Vázquez Mota.

Sin embargo, lo ha hecho con ambigüedad y salpicándolo con críticas a Calderón por el fracaso de su política antidrogas y con llamados a legalizar las drogas, a lo que se opone Vázquez Mota.

Incluso Fox llegó a decir que sería un milagro que pudieran revertirse las actuales tendencias que favorecen a Peña Nieto, aunque después estrechó la mano de su compañera de partido y afirmó que los milagros existen.

El ex presidente dijo hoy que trató de que sus palabras fueran un acicate para que el PAN se pusiera a trabajar para ganar, pero consideró que la tarea no se hizo a tiempo.

Las encuestas ahí están, todos las vemos, cada quien hace sus juicios. Yo creo en los milagros, yo creo en el liderazgo, y sí se puede dar vuelta a la tortilla a veces en un solo día, pero cada vez hay menos días, cada vez hay menos oportunidades de milagro.

Para Fox, un regreso del PRI a la silla presidencial que él le arrebató, no sería ni un retroceso ni un avance en la transición democrática. La democracia también es alternancia. En una democracia no puede quedarse un partido político siempre, manifestó. El ex mandatario apunta que la democracia mexicana está sólida y firme, con clara división de poderes, y no daría cabida a un nuevo régimen autoritario, aunque ganara el PRI.