Washington, 7 de mayo. La Casa Blanca pasó hoy apuros para clarificar la postura del presidente Barack Obama sobre los matrimonios entre homosexuales, tras declaraciones del vicepresidente Joe Biden que parecieron convalidarlos.

El vocero presidencial Jay Carney insistió que no ha cambiado la posición de la administración de que estas parejas tienen los mismos derechos y protecciones que el resto de los estadunidenses, aunque evitó aludir al tema de los matrimonios.

El presidente es la persona indicada para describir sus posturas personales. Él ha dicho que sus posiciones al respecto están evolucionando y no tengo una actualización al respecto, dijo Carney durante su habitual rueda de prensa.

La controversia fue generada al domingo por Biden, quien declaró en una entrevista sentirse absolutamente cómodo con los matrimonios entre personas del mismo sexo.

El secretario de Educación, Arne Duncan, abonó este lunes la polémica cuando, cuestionado sobre las declaraciones de Biden, dijo que los matrimonios entre homosexuales deberían ser legales.

Carney insistió en que ambas declaraciones no reflejan la política de la administración porque fueron hechas a título personal, y respetamos el derecho de todas las personas para tener una opinión propia.

La posición del presidente es bien sabida, repitió Carney frente a los reiterados cuestionamientos de los periodistas para clarificar la postura oficial sobre este espinoso y controversial tema.

Recordó empero que la posición del gobierno sobre la protección de los derechos de la comunidad ha sido consistente, y como prueba de ello enlistó las acciones que se han tomado en este frente.

Destacó la abrogación de la llamada ley No preguntes, No digas, que prohibía a homosexuales declarar abiertamente sus preferencias sexuales so pena de ser expulsados del ejército.

De igual forma, el Departamento de Justicia anunció el año pasado su decisión de abandonar la defensa en cortes de la Ley del Matrimonio del Departamento de Defensa, conocida como DOMA, promulgada hace 15 años por el entonces presidente Clinton.