Tlapa de Comonfort, Gro., 14 de mayo. Las seis veces que Andrés Manuel López Obrador reprueba la corrupción o dedica una mención al PRI o a Elba Esther Gordillo logra aplausos de los más próximos al templete. Mientras cientos de familias campesinas lo escuchan casi impávidas, guarecidas del sol en los portales y bajo los árboles.

En las plazas públicas el candidato de Movimiento Progresista menciona lo que afecta más a sus seguidores –ya los líderes locales le informaron– y aquí le da un espaldarazo al gobernador.

En las conferencias de prensa endurece su discurso. En Puebla llama al nuevo PRI un viejo PRI maquillado, y advierte que el acuerdo Gordillo-Enrique Peña Nieto está vigente, y no descarta la declinación de Gabriel Quadri, de Nueva Alianza.

Reconoce que sus críticas escalan no por desesperación, sino por evitar el masoquismo colectivo que implicaría el regreso del tricolor, aunque la noche anterior explicó que si ocurre eso le dolerá, pero respetará.

En Tlapa la palabra que menciona más es corrupción. Quizá porque aquí hay dos problemas torales: pobreza y corrupción de los partidos políticos. Llega mucho dinero a la montaña, pero se pierde en obras fraudulentas, inexistentes o truncas, explica Emperatriz Basilio, una de las fundadoras del PRD en esta región.

Aquí siempre hay obra, como la entrada al municipio, pero no la terminan, porque los políticos cobran su diezmo a las empresas, cuenta Basilio.

Ser indígena es ser ciudadano de segunda, comenta la perredista mientras señala a varias mujeres muy delgadas: Mírelas, comen sólo tortillas y salsa.

Las costumbres están tan arraigadas que en varios pueblos hay una policía comunitaria que impone castigos a los infractores con azotes.

A esta población con altos índices de analfabetismo le habla López Obrador, quien logra animarlos cuando promete acabar con la corrupción arraigada o los políticos prepotentes y fantoches.

Aguirre no está solo

Aprovecha la visita en el corazón de la montaña tlapaneca para afirmar que no está solo el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero. Sólo le recomienda: Le digo que no se aflija, porque el que se aflige se afloja, afirma.

Lo digo esto porque ahora estoy sintiendo que lo están bombardeando, no es así, ¿verdad? Bueno, pues eso le mando a decir: que no está sólo, que lo vamos a respaldar, expone tras saludar sin mucho entusiasmo a Armando Ríos Piter, candidato del PRD al Senado.

Lo único que quiero es que le cumpla al pueblo, que haga un buen gobierno, y así va a tener siempre el apoyo y el respaldo del pueblo de Guerrero y de nuestro movimiento, refiere en la plaza principal.

Lo defiende porque desde el viernes 4 las empresas Televisa y Televisión Azteca emprendieron una campaña de crítica al ex priísta, quien la atribuyó a la inconformidad de un empresario porque no se le asignó un contrato.

En la mañana, antes de viajar seis horas entre Tlapa e Izúcar de Matamoros, afirma que el nuevo PRI no es más que un viejo PRI maquillado, pero se le nota bastante el maquillaje.

Plantea que es probable que su contrincante Peña Nieto tenga apoyo del ex gobernador de Puebla Mario Marín, al igual que lo hace Ulises Ruiz, el ex mandatario de Oaxaca.

Aclara qué él no convoca a la marcha antiPeña Nieto del próximo 19 de este mes.

El abanderado de la izquierda llama la atención sobre el papel de Nueva Alianza: Le digo a la gente que mucho ojo, en 2006 bajaron al candidato que tenía Elba Esther Gordillo. Empezaron a pedir que votaran nada más los maestros para la elección de diputados federales y senadores, y en la Presidencia todo el apoyo a Calderón.

No sé si lo vayan a hacer así (con Quadri) o de plano va a haber una declinación, añade sobre el acuerdo Gordillo-PRI, ese que siempre que puede denuncia en las plazas públicas y provoca el enojo de la gente.